La venta de los 460 construidos desde 2013 obligará al Concello a construir una nueva batería
Los 100 nichos construidos en la última ampliación del cementerio municipal de O Barco están prácticamente agotados. El concejal de Cemiterio e Medio Rural, Jesús Jares Almeida, explicó que apenas queda un par de ellos libres. El Concello vendió todos los demás, al igual que sucedió con los 360 construidos un año antes. "A zona ampliada está completa. A idea é construir outros 100", explicó el edil. Su predecesor en el cargo, Luis Arias Fernández, promotor de los dos proyectos ejecutados, comparte los planes de cubrir esta necesidad: "Urxe empezar outra batería de nichos", explicó.
Arias Fernández añadió que el camposanto barquense no es el único del Concello que se queda sin oferta. Los de Veigamuiños y Viloira también carecen de nichos en venta, en tanto que núcleos como O Castro o Vilanova deberán construir más para adaptarse a la demanda, según explicó.
Los últimos registros del Instituto Nacional de Estadística hablan de 121 defunciones en 2014, 23 menos que en 2013 y esta misma cifra por encima de las 98 del año 2000, cuando las muertes contabilizadas en un año no variaban en exceso del centenar.
Las defunciones influyen en que el cementerio cuelgue el cartel de completo. Pero no son la única causa, Luis Arias explicó que la demanda de nichos también obedece a otro factor: las adquisiciones realizadas por vecinos de los núcleos del rural barquense y de concellos próximos. "Os que baixaron a O Barco compraron e teñen no pobo e aquí", dijo.
Jesús Jares explicó que el Concello está confeccionando una lista de demandantes de nichos, que ya reúne a una docena. Añadió que cuando el número sea mayor, el equipo de gobierno acometerá la construcción de una nueva batería.
Para atender los posibles imprevistos, como fallecimientos de familiares de personas inscritas en la lista, el Concello dispone de aproximadamente una decena de tumbas en propiedad.
Terreno para una nueva ampliación hay. Los 3.000 metros cuadrados separados de la finca La Cruz, con cuyos 24.000 metros cuadrados se hizo el Concello para crear el parque arqueológico al que da nombre, permitirán construir nuevas baterías y ofrecer otros 700 nichos.
Una ordenanza regulará los traspasos de tumbas
No todos los nichos y tumbas que son de titularidad municipal fueron conseguidos por el Concello realizando su reserva en alguna de las ampliaciones realizadas. Este organismo también se hizo con algunos ante la situación de abandono en que se encontraban. "Se están en malas condicións, se lles di aos propietarios que, ben arranxan o panteón, ou se queda con el o Concello", explicó Luis Arias. En estos casos, los restos serán retirados, numerados y depositados en los osarios del camposanto.
El traspaso de nichos no es sencillo. La normativa actual solo permite su cesión a familiares de hasta el tercer grado, según dijo el exconcejal, por lo que estos deben pasar a manos municipales.
Una nueva ordenanza tratará de facilitar estos cambios de propietario. No solo eso, también regulará los precios de las tumbas y ajustarlos a los distintos materiales y estado de conservación en que estas se encuentran cuando pasan a ser propiedad del Concello.
Los precios de adquisición de las últimas baterías de nichos construidas variaron debido a los diferentes presupuestos de construcción. Por los 100 últimos, los compradores entregaron 1.200 euros, una cantidad superior en 200 euros a la que pagaron quienes adquirieron los de la fase anterior de la ampliación.
