La circunvalación de O Barco afecta a una decena de empresas
El trazado de la futura carretera de circunvalación de O Barco afecta a una decena de empresas afincadas en Candís, en su mayoría relacionadas con el sector de la pizarra. Un grupo de 14 empresarios y propietarios de las naves mostraron su preocupación al alcalde, Alfredo García Rodríguez, en una reunión desarrollada en la Casa Consistorial.
"Si no modifican el trazado, tendríamos que cerrar", comentó Ángel Vila, director de área de la empresa Euromaster. Explicó que esta empresa genera cinco puestos de trabajo directos, que desaparecerían si el trazado previsto en el proyecto del enlace de las carreteras N-536 y N-120 sigue el trazado actual, cuya ejecución costará 63 millones de euros.
El trazado no afecta a las naves, pero sí y de forma muy significativa al exterior de las mismas. La construcción reducirá considerablemente la explanada delantera de las naves, impidiendo el paso de transportes pesados, como tráilers. Para algunas empresas, el problema es aún mayor, pues si no cambia el trazado, se verían privadas de acceso a la carretera N-536.
Esta situación fue expuesta en la reunión mantenida en la Casa Consistorial barquense, en la que los asistentes acordaron solicitar la prolongación del puente proyectado sobre el arroyo de Candís. Esta construcción evitará dañar un puente histórico y, si la propuesta de los empresarios es aceptada por el Ministerio de Fomento, también resolvería cualquier afección sobre las naves. El alcalde, Alfredo García, respaldó el planteamiento de los afectados y afirmó que el Concello de O Barco también pedirá que el puente se amplíe 150 metros.
El proyecto también afecta a dos construcciones en Sobradelo, que la alcaldesa de Carballeda, María del Carmen González Quintla, afirmó que no serán tocadas, y otras dos en O Barco.
