Los centros educativos de la villa barquense festejaron su particular Carnaval con desfiles de disfraces, música y dulces, en el recinto escolar
Valdeorras
Entroido escolar en Valdeorras
El Entroido llenó de color las aulas de O Barco. El mal tiempo que reinó durante toda la jornada restó brillantez a los actos desarrollados en el exterior de centros educativos como los colegios Divina Pastora, Julio Gurriarán y Otero Pedrayo. No sucedió lo mismo con los juegos y fiestas que se desarrollaron bajo techo, donde alumnos y, en algún caso, padres, se lo pasaron en grande.
No faltaron los dulces propios del Entroido. Las orejas de Carnaval estuvieron presentes, pero acompañadas de otros dulces: rosquillas, tartas o bica, entre otros, que fueron saboreados por los escolares más jóvenes.
Algún centro hasta llegó a cambiar hasta de imagen para amoldarse al disfraz de los alumnos. Pudo verse en el colegio Julio Gurriarán, a cuya entrada fueron colocadas unas falsas puertas batientes, simulando la entrada del "saloon". Aquí, profesores y escolares acudieron a clase disfrazados de indios y vaqueros.
En el colegio Otero Pedrayo, de Viloira, la fiesta organizada por el centro y la ANPA se desarrolló en el polideportivo cubierto. Sobre el parqué, niños y no tan niños se hartaron de bailar todo tipo de canciones infantiles. Bajo el porche exterior les esperaban dulces de todo tipo, elaborados por los padres.
En el colegio Divina Pastora, la fiesta de los alumnos de Primaria también se desarrolló en el pabellón. Los disfraces se movieron al son de las músicas más modernas.
