Los vecinos de Cambela (O Bolo) consiguieron que cuatro personas devolvieran a sus propietarios el dinero que les habían entregado por cambiar los reguladores del gas butano haciéndose pasar por personal de Industria. Los hechos ocurrieron el domingo, en el bar del pueblo.
Los vecinos de Cambela (O Bolo) que se encontraban en el bar del pueblo en la tarde del domingo consiguieron que cuatro personas de Vigo y Barcelona, con edades en torno a los 20 y 25 años, devolvieran el dinero obtenido en tres casas del pueblo, donde cambiaron el regulador del butano haciéndose pasar por trabajadores de la Consellería de Industria.
Los cuatro hombres estaban en el bar cuando una de las vecinas a las que le habían cambiado el regulador del gas se los mostró a su marido. Inmediatamente, éste les reclamó la cantidad que le habían pagado, siendo apoyado por la veintena de personas que se encontraban en el establecimiento.
No sin reticencias, la petición fue aceptada y los cuatro supuestos empleados de una empresa de gas devolvieron 28 euros a dos de las vecinas y 60 a la tercera. Una vez recuperado el dinero, los vecinos avisaron a la Guardia Civil, desplazándose hasta el lugar una pareja. Los cuatro hombres mostraron a los agentes su alta en Industria, un trámite que, según ellos, les permite actuar durante un año, aunque cobren precios abusivos. Ante esta circunstancia, los agentes acabaron por denunciarles por el mal estado de las ruedas de la furgoneta en la que viajaban.
Los cuatro hombres estaban en el bar cuando una de las vecinas a las que le habían cambiado el regulador del gas se los mostró a su marido. Inmediatamente, éste les reclamó la cantidad que le habían pagado, siendo apoyado por la veintena de personas que se encontraban en el establecimiento.
No sin reticencias, la petición fue aceptada y los cuatro supuestos empleados de una empresa de gas devolvieron 28 euros a dos de las vecinas y 60 a la tercera. Una vez recuperado el dinero, los vecinos avisaron a la Guardia Civil, desplazándose hasta el lugar una pareja. Los cuatro hombres mostraron a los agentes su alta en Industria, un trámite que, según ellos, les permite actuar durante un año, aunque cobren precios abusivos. Ante esta circunstancia, los agentes acabaron por denunciarles por el mal estado de las ruedas de la furgoneta en la que viajaban.
