Un estudio revela que el santuario bolés sufrió grietas de hasta tres milímetros en tres años

La inseguridad del piso deforma As Ermidas

El santuario fue construido sobre terreno de relleno.
Un estudio revela que en los últimos tres años el santuario de As Ermidas sufrió deformaciones de hasta tres milímetros en varias zonas. Lo apuntó el vicepresidente de la Fundación Virgen de As Ermidas, Luis Maroto, que atribuye estas deficiencias a la falta de solidez del terreno de relleno sobre el que está asentado el templo. Esta situación mejorará cuando se construyan las canaletas que eliminarán el agua que se filtra en el terreno, trabajo que asumirá la Diputación provincial cuando lo autorice Patrimonio.
“Las aguas influyen mucho. El origen principal de la deformación del santuario de As Ermidas es el asiento de la estructura, construido en un terreno de relleno”. Esta explicación la ofreció el vicepresidente de la Fundación Nuestra Señora de As Ermidas e ingeniero, Luis Maroto, en base al estudio acerca de la conservación del templo de O Bolo, elaborado en las últimas semanas.

La inseguridad que ofrece el terreno de relleno y los arrastres de materiales por las aguas filtradas en el subsuelo propiciaron que desde que comenzaron las mediciones, hace unos tres años, las deformaciones registradas en el edificio alcancen los tres milímetros en varias partes del mismo. “El agua de las infiltraciones se lleva algo de terreno y el edificio baja”, señaló Luis Maroto, que también comentó cómo el templo “lleva 250 años construido y aún no terminó de asentarse”.

Añade que el santuario “se puede consolidar” con una obra relativamente sencilla, consistente en la construcción de canaletas para impedir la filtración de las aguas procedentes de las escorrentías. Existe un proyecto, presupuestado en unos 60.000 euros, que asumió la Diputación provincial. Pero falta el permiso de la Dirección xeral de Patrimonio, cuyo titular, Felipe Arias, se comprometía hace casi un mes a responder rápidamente a la solicitud del permiso de la obra. Sin embargo, esta contestación aún no fue recibida por la fundación, ante la preocupación de sus directivos.


El largo invierno está creando numerosos quebraderos de cabeza a la Fundación Nuestra Señora de As Ermidas. Así lo apuntó su vicepresidente, Luis Maroto, quien explicó que “otro tema que nos preocupa es sustituir los canalones del santuario por unos nuevos, de cobre”.

Los canalones colocados sobre el primer monumento valdeorrés son de plástico y están rotos en numerosos tramos, por lo que vierten gran cantidad de agua de la lluvia.

Los responsables de la fundación estiman que su sustitución obligará a realizar una inversión aproximada de 32.000 euros. “Falta financiación”, comentó Luis Maroto, quien eleva una petición de ayuda a las empresas de la comarca para resolver definitivamente el problema.

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