La crisis económica y de credibilidad política que muestran los programas informativos dista mucho de facilitar la tarea formativa a padres y maestros. Sobre todo cuando intentan motivar a sus hijos y conseguir que se fijen sus objetivos para el futuro. 'Es complicado estar motivado en el mundo gris de las noticias de los informativos', dijo ayer María del Mar Romera, presidenta de la asociación pedagógica Francesco Tonucci, en la charla que ofreció en O Barco y que está organizada por el Foro La Región y la asociación cultural educativa e social Vagalume, colectivo que la incluyó en los 'XII Encontros Familia-Escola'.
La conferenciante confirmó la mala imagen que tiene la calle de la clase política, una situación que padres y maestros deberían cambiar con la educación de los niños. 'La profesión política está mal vista, pero nuestro país solo va a funcionar si funcionan los políticos. Necesitamos preparar a nuestros hijos para buenos políticos', dijo. 'El político no puede ser mi enemigo si soy demócrata. No podemos generalizar', añadió.
María del Mar Romero se valió de diferentes recursos para desarrollar su exposición, que tituló 'La motivación y el juego de aprender'. No le costó demasiado esfuerzo ganarse a un público que llenó el salón de actos del Consistorio de O Barco. Lo logró con juegos, preguntas, algún vídeo, numerosas citas y buen humor. Todo ello con un objetivo fundamental: convencer a los asistentes de la urgente necesidad de cambiar el método educativo. 'La motivación tiene que entrenarse. El único objetivo de la familia es hacerle la vida fácil y sobreproteger a los niños y el día que se les propone un problema, entonces tenemos un problema', dijo. Como referente expuso el de la escuela finlandesa, que María del Mar Romera visitó. 'Los niños de Infantil y Primaria, cuando les apetece, salen a calentarse su cacao y vuelven a clase', comentó. Además, defendió un mayor acercamiento a los alumnos. 'Los niños deben sentir que les quieren, les valoran y les aprecian. Sólo si nos sentimos bien aprendemos más'.
La ponente no escatimó críticas para aquellos padres que llevan a sus hijos al colegio en coche en pueblos como O Barco. '¡Es una barbaridad ir a recoger a los niños en coche, en un pueblo del tamaño de este!', exclamó, tras ver una hilera de coches ante un centro educativo de la villa. 'Los niños tienen que usar la calle, jugar en ella, tienen que revolverse y mancharse de tierra', añadió.
María del Mar Romero se valió de diferentes recursos para desarrollar su exposición, que tituló 'La motivación y el juego de aprender'. No le costó demasiado esfuerzo ganarse a un público que llenó el salón de actos del Consistorio de O Barco. Lo logró con juegos, preguntas, algún vídeo, numerosas citas y buen humor. Todo ello con un objetivo fundamental: convencer a los asistentes de la urgente necesidad de cambiar el método educativo. 'La motivación tiene que entrenarse. El único objetivo de la familia es hacerle la vida fácil y sobreproteger a los niños y el día que se les propone un problema, entonces tenemos un problema', dijo. Como referente expuso el de la escuela finlandesa, que María del Mar Romera visitó. 'Los niños de Infantil y Primaria, cuando les apetece, salen a calentarse su cacao y vuelven a clase', comentó. Además, defendió un mayor acercamiento a los alumnos. 'Los niños deben sentir que les quieren, les valoran y les aprecian. Sólo si nos sentimos bien aprendemos más'.
La ponente no escatimó críticas para aquellos padres que llevan a sus hijos al colegio en coche en pueblos como O Barco. '¡Es una barbaridad ir a recoger a los niños en coche, en un pueblo del tamaño de este!', exclamó, tras ver una hilera de coches ante un centro educativo de la villa. 'Los niños tienen que usar la calle, jugar en ella, tienen que revolverse y mancharse de tierra', añadió.
