El ex ministro Rodolfo Martín Villa echó de menos 'una cierta complicidad entre los distintos partidos' que sí detectó en la Transición. Esta época fue la que ayer centró la charla que ofreció en el Teatro Lauro Olmo de O Barco, invitado por el Instituto de Estudios Valdeorreses, que preside Aurelio Blanco Trincado. La presentación corrió por cuenta de Antonio Hervella Martínez, que fue ex senador y ex alcalde barquense después de ser compañero de escuela del orador.
Durante su estancia en la villa barquense, Martín Villa insistió en la 'complicidad' que en la Transición existió entre AP, UCD, PSOE y PC. 'Épocas excepcionales dan lugar a personajes excepcionales, como Fraga, Felipe González o Santiago Carrillo', djio. Poco después, matizaría que 'no se pueden pedir peras al olmo' y afirmó que 'sería malo para España que estuviésemos en las circunstancias excepcionales de la Transición'.
Rodolfo Martín Villa, que vivió en O Barco entre los años 1941 y 1943, aludió al problema de los nacionalismos y de la unidad del Estado como el más difícil al que se enfrentaron los distintos gobiernos. Añadió que los otros tres son el problema militar, la cuestión religiosa y la lucha de clases.
El ex ministro insistió en que la situación que le tocó vivir en el Gobierno central tuvo un carácter 'excepcional', aunque no considera un 'milagro' la Transición. A este respecto, explicó que 'entonces había un cambio social importante'.
En los instantes previos a la conferencia que impartió en el Teatro Lauro Olmo, no rehuyó un tema de actualidad como el de la protesta de los 'indignados', acampados en las plazas de un buen número de ciudades para protestar por una clase política que no les representa, según afirman. 'Creo que estamos en un sistema democrático y para llevar a la práctica los anhelos de cada uno debe hacerse por los cauces democráticos, en las elecciones y con los votos', dijo. No obstante, afirma entender algunos argumentos que esgrimen los acampados, que atribuye a los problemas económicos, la crisis y un paro que castiga fundamentalmente a la juventud.
En la que dijo ser su visita más larga a la villa barquense desde que la dejó en 1943, Rodolfo Martín Villa echó de menos la estampa que en aquel entonces ofrecía su arteria principal, la travesía de la N-536.
Rodolfo Martín Villa, que vivió en O Barco entre los años 1941 y 1943, aludió al problema de los nacionalismos y de la unidad del Estado como el más difícil al que se enfrentaron los distintos gobiernos. Añadió que los otros tres son el problema militar, la cuestión religiosa y la lucha de clases.
El ex ministro insistió en que la situación que le tocó vivir en el Gobierno central tuvo un carácter 'excepcional', aunque no considera un 'milagro' la Transición. A este respecto, explicó que 'entonces había un cambio social importante'.
En los instantes previos a la conferencia que impartió en el Teatro Lauro Olmo, no rehuyó un tema de actualidad como el de la protesta de los 'indignados', acampados en las plazas de un buen número de ciudades para protestar por una clase política que no les representa, según afirman. 'Creo que estamos en un sistema democrático y para llevar a la práctica los anhelos de cada uno debe hacerse por los cauces democráticos, en las elecciones y con los votos', dijo. No obstante, afirma entender algunos argumentos que esgrimen los acampados, que atribuye a los problemas económicos, la crisis y un paro que castiga fundamentalmente a la juventud.
En la que dijo ser su visita más larga a la villa barquense desde que la dejó en 1943, Rodolfo Martín Villa echó de menos la estampa que en aquel entonces ofrecía su arteria principal, la travesía de la N-536.
