Las naves del futuro parque empresarial de Rubiá deberán respetar el entorno de A Lastra

Pol. Ind. Rubiá   El futuro parque empresarial de Rubiá será construido a un kilómetro del parque natural Serra da Enciña da Lastra. Esta proximidad obligará a sus promotores a utilizar materiales y pinturas semejantes a los del entorno, según recoge la declaración de impacto ambiental. Además, el recinto industrial deberá estar separado de la carretera N-120, con la que linda, por una franja arbolada, al objeto de aminorar su impacto visual. El visto bueno medioambiental fue anunciado por el Instituto Galego da Vivenda e Solo.
La proximidad de la Serra de Enciña da Lastra obligará a utilizar “materiais e pinturas semellantes ás do entorno” en la construcción del futuro parque empresarial de Rubiá, que el Concello pretende ubicar a un kilómetro de distancia del parque natural ourensano. Así lo establece la declaración de impacto ambiental que elaboró la Dirección Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental.
Para aminorar el impacto visual que el complejo industrial causará entre quienes circulen por la carretera N-120, con la que linda, este estudio propone plantar una franja de arbolado.
El parque empresarial ocupa una superficie de 5,4 hectáreas de la franja de terreno situada entre las carreteras N-120 y OU-622. Destina a uso comercial 36.587 metros cuadrados y a zona ajardinada otros 5.405, los cuales deberán ser ocupados por prados y frondosas.
Esta declaración de impacto ambiental fue anunciada por el Instituto Galego da Vivenda e Solo y supone avanzar un paso más hacia el proyecto industrial de Rubiá. El alcalde del municipio recibió con los brazos abiertas esta aprobación. “É unha boa noticia”, dijo el miércoles 24 de octubre Elías Rodríguez, que añadió que “polo menos vemos que o proxecto segue adiante”. No es de extrañar esta buena acogida, pues el equipo de gobierno lleva años tratando de conseguir suelo industrial.
Tras la declaración de impacto ambiental, el proyecto pasó a la Dirección Xeral de Urbanismo, que debe informarlo favorablemente y trasladarlo al Consello de la Xunta.
A continuación, el equipo de gobierno deberá abordar la cuestión económica. El equipo de Elías Rodríguez baraja tres opciones. La primera contempla la posibilidad de que la financiación recaiga sobre las arcas municipales. Pero el equipo de gobierno también sopesa dejar que sea la sociedad urbanística que promueve la Diputación la que costee la ejecución del proyecto o bien que lo paguen los empresarios, según esta tercera opción.

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