Los dos ancianos serán enterrados en Barcelona y el cuerpo de la mujer ya fue trasladado a esa ciudad

La pareja de O Bolo llevaba muerta entre dos y tres días debido al monóxido de carbono

La autopsia realizada por el equipo forense del Imelga a la pareja de ancianos hallada muerta el domingo en el interior de su casa en Outardepregos (O Bolo) parece confirmar (a la espera del resultado de algunos análisis) que Manuel González y Rosalía Cruz fallecieron por intoxicación del monóxido de carbono (hipoxia) generado por un brasero de leña. Además, determina que llevaban muertos entre dos y tres días. Ambos serán enterrados en Barcelona, ciudad a la que ya fue trasladado el lcuerpo de la mujer.
La pareja de ancianos hallada muerta el domingo en el interior de su casa en Outardepregos (O Bolo) falleció, casi con toda seguridad, por inhalación de monóxido de carbono generado por un brasero de leña. El equipo forense del Instituto de Medicinal Legal realizó la autopsia de los cuerpos en O Barco. El subdirector del citado instituto en Ourense, Julio Jiménez, manifestó que ‘estamos pendientes del resultado de unos análisis de hemoglobina para confirmar la falta de oxígeno en las células, pero todo apunta a que la muerte fue por la intoxicación del monóxido de carbono. Además, también lo indican las propias circunstancias de la muerte ya que no había signos de violencia’. Además, precisó que, aunque los cuerpos estaban en estado de descomposición y los vecinos hacía ocho días que no veían a la pareja, se estima que llevaban muertos de dos a tres días.

Jiménez recordó el peligro del monóxido de carbono que ‘no produce olor y es letal’.

Los cuerpos


Los cuerpos de Manuel González Novoa, de 81 años y natural de Maceda, y Rosalía Cruz García, de 77 años y oriunda de Murcia, serán enterrados en Barcelona. En la jornada de ayer, partió para la citada ciudad el cadáver de la mujer, mientras que el su compañero permane ce en una funeraria de O Barco y será trasladado mañana, miércoles, después de las gestiones realizadas por los hijos de las víctimas. Los dos ancianos fueron hallados muertos el domingo por los vecinos que decidieron acercarse hasta la vivienda al observar que no habían acudido al magosto del pueblo, un día antes, pese a haber abonado la entrada. La televisión y la luz estaban encendidas y, en el medio de la habitación donde yacían muertos, estaba un caldero de latón con leña y brasas.

La ‘muerte dulce’ se puede evitar


La intoxicación por monóxido de carbono es letal y conocida como la ‘muerte dulce’ pues las víctimas no se dan cuenta de que lo están respirando y caen en un estado de sopor y sueño que no provoca ahogo y asfixia. Cada año provoca algún accidente mortal. Se produce en la combustión de materiales como butano, propano, gasolina, queroseno, carbón y madera. Las chimeneas, calderas, calentadores de agua y los aparatos domésticos como estufas u hornillos de cocina que utilizan este combustible puden producir escapes por un mal funcionamiento. Por este motivo, los expertos recomiendan colocarlos en lugares con ventilación (nunca con las puertas cerradas). Además, recomiendan comprobar que la llama del gas sea azul pues si presenta tonalidades anaranjadas es un indicio de que la combustión no es correcta. También se aconseja dormir con las calderas de calefacción con dichos combustibles apagadas y acudir a profesionales para revisarlas.

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