El sistema de drenaje que dará salida al agua del subsuelo estará finalizado en el mes de agosto

Patrimonio valida la obra de consolidación de As Ermidas

El agua se cuela en el interior del templo
Una copia de la licencia municipal de la obra que permitirá evacuar el agua del subsuelo del santuario de As Ermidas viaja hacia la Diputación provincial.
El vicepresidente de la Fundación Nuestra Señora de As Ermidas, Luis Maroto Cervera, lo anunciaba ayer momentos antes de acceder a la oficina de Correos desde la que certificó el envío. El permiso del Concello de O Bolo alude al informe favorable de la Dirección xeral de Patrimonio, que fue dictado el pasado28 de junio, 11 días después de que el portavoz del colectivo bolés defendiese la urgencia de ejecutar el proyecto ante el mismo presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

La licencia completa la documentación que exige la Diputación ourensana para autorizar el inicio de los trabajos que financia. Fue su presidente, José Luis Baltar Pumar, quien anunció la concesión de una subvención por los 60.000 euros presupuestados. Adquirió este compromiso el 16 de diciembre de 2008 y, en ese mismo momento, Luis Maroto comenzaba un largo peregrinaje por las distintas administraciones buscando reunir todos los documentos que le iban exigiendo los técnicos. Salvo sorpresas de última hora, ayer sus gestiones llegaron al final y el vicepresidente e ingeniero de Caminos, Canales y Puertos sólo tendrá que aguardar por el permiso definitivo del organismo provincial.

Los últimos temporales de lluvia aumentaron la cantidad de agua almacenada en el subsuelo del paraje donde está ubicado el santuario. En su búsqueda de una salida al exterior, estas pequeñas corrientes arrastraron partículas de la tierra sobre la que se asienta el templo, provocando su hundimiento. Tal es así, que uno de sus muros descendía 0,5 milímetros en dos meses. En los cinco anteriores, también lluviosos, el templo repisó otros 1,5 milímetros. Son desplazamientos excesivos para un templo que fue construido hace 350 años. En este deterioro influye que una parte muy importante del templo, la que está orientada hacia el río Bibei, fue cimentada sobre materiales de relleno, los cuales facilitan los peligrosos arrastres.

El proyecto que maneja la Fundación Nuestra Señora de As Ermidas pretende frenar el hundimiento del templo facilitando la salida del agua que almacena el terreno. El método para conseguirlo es muy sencillo, pues se limita a perforar los drenes o agujeros que la canalizarán hacia el exterior. Si las previsiones de Luis Maroto se cumplen, los trabajos deberían finalizar en agosto, 20 meses después de que la Fundación Nuestra Señora de As Ermidas confirmase la subvención de la Diputación.

La construcción del sistema de drenaje no es la única obra proyectada para el santuario bolés. La Dirección xeral de Patrimonio también se implicaba en las tareas de conservación a petición del Concello de O Bolo, que dirige el alcalde Manuel Corzo Macías.

Las gestiones del regidor fructificaron con un proyecto de renovación de los canalones, cuyo deterioro provocaba filtraciones. Esta actuación tiene un presupuesto de 50.000 euros y debería ejecutarse antes de finalizar el año.

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