La aldea de Riomao (A Veiga), que en 2005 quedó deshabitado, tiene hoy tres habitantes y media docena de casas rehabilitadas por emigrantes que quieren retornar, pero que no lo hacen por la falta de servicios.

Riomao revive seis años después

Carmen Fernández, lleva flores al cementerio. (Foto: LUIS BLANCO)
La población de Riomao (A Veiga), aldea situada a 18 kilómetros de O Barco, se reduce a cinco habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, aunque sólo tres residen permanentemente en la aldea, como indicó el Concello. Seis años antes, el pueblo quedaba completamente deshabitado, tras ingresar en una residencia su único vecino. En la actualidad, viven un matrimonio y una mujer. Además, hay media docena de casas que están siendo restauradas por unos emigrantes que pasan más horas en el pueblo, algunos pensando en establecerse definitivamente.

TRANQUILIDADE

A sus 70 años, Carmen Fernández Balboa encontró en Riomao la paz que buscaba. 'Viñen ao pobo porque hai moita tranquilidade. Aquí estou divinamente, encantada', dijo. Reparte la jornada entre la huerta, la televisión y los paseos, sin que la soledad le pueda preocupar. 'Non teño ningún medo', comentó. Tampoco le inquieta la posibilidad de enfermar o la imposibilidad de comprar ni una Aspirina. Sus hijos la visitan con frecuencia y 'tódolos que veñen teñen coche', con lo que no tiene problemas para desplazarse hasta O Barco, dijo. Cree que el aislamiento será temporal y que, en breve, 'virá máis xente a vivir'.

En una de sus primeras casas, viven Alejandrina López Neira, de 60 años, y su marido. 'O meu home jubilouse e vimos para aquí. Naceu no pobo e lle tira', dijo. Tampoco tiene miedo del aislamiento y piensa que los emigrantes no regresarán para establecerse.

El presidente de la asociación vecinal Santo Tomé, Camilo Fernández González, reside habitualmente en Barcelona. Recientemente, restauró su casa de Riomao, fiel a la recuperación del pueblo que se marcó como objetivo el colectivo creado en 2005, el cual cuenta con casi 40 asociados. Dijo que un plan director recoge varias alternativas para 'rehabilitar unha aldea para dotala coas condicións do século XXI', incluido su aprovechamiento turístico . Explicó que el estudio data del mandato del alcalde anterior, el socialista Fernando Fernández Yáñez y añadió que 'a execución quedou arquivada'.

El representante vecinal aseguró que 'a vontade dos veciños é de volver ao pobo en canto haxa condicións'. Al igual que Carmen Fernández y Alejandrina López, mostró su preocupación por la inexistencia de conducciones de saneamiento, que es su mayor necesidad. Además, echan en falta que agua potable, pues la que mana de la nueva traída no se puede utilizar debido a su turbiedad. La obra costó 49.117 euros y fue financiada con el Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local. Consistió en construir las tuberías necesarias para acercar el agua de un regato al pueblo, careciendo de un depósito para clorarla.

El alcalde popular Edesio Yáñez Gómez explicó que la financiación no permitió completar la obra del abastecimiento. 'Fíxose o que se puido', dijo y recordó que, hace un año, el Concello instaló el alumbrado público. Recalcó que en A Veiga hay 29 núcleos y que 'pobos con dificultades hai moitos no rural. Os veciños tamén deberían implicarse un pouco', señaló.

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