La apertura de un agujero de algo más de un metro de ancho en una pared permitió a los ladrones entrar en la perfumería De la Puente, situada en el centro de O Barco. Aquí, se apoderaron de decenas de perfumes, valorados inicialmente en 170.000 euros. Los autores del robo parecían saber bien donde se movían. Después de desconectar la alarma del establecimiento se dirigieron a las estanterías donde estaban los productos más caros y las dejaron vacías.
La propietaria del local, Ana de la Puente, explicó que solo los perfumes de la conocida marca Chanel que se llevaron tienen un valor de 60.000 euros. Pero los ladrones se llevaron muchas marcas más, desde Gucci hasta Dolce & Gabbana. Marcharon con todos los que debían ser vendidos durante la campaña navideña. 'Nos perjudicó mucho. Ahora, tenemos que esperar a que llegue la mercancía, aunque alguna ya nos enviaron', comentó la empresaria.
No es la primera vez que los ladrones quieren entrar en esta perfumería. Los ladrones ya lo intentaron antes, pero sonó la alarma y prefirieron darse a la fuga. No se descarta que fuesen los mismos que en la madrugada del jueves sí lograron su objetivo. El butrón o agujero abierto en la parte posterior del local les permitió acceder al baño.
Cuando los empleados llegaron al establecimiento y echaron en falta los perfumes comenzó el arduo trabajo de valorar todo lo que había sido sustraído, lo que demoró la denuncia hasta última hora del jueves.
El butrón no es una práctica muy habitual en los robos cometidos en O Barco. El último data de julio de 2010, cuando los ladrones abrieron un agujero en una pared de una superficie comercial de A Proba. Sin embargo, no consiguieron su objetivo. Comenzó a sonar la alarma y tuvieron que marchar con las manos vacías. Entre ambos casos hay una diferencia apreciable: la perfumería está en pleno centro de O Barco y no en las afueras.
No es la primera vez que los ladrones quieren entrar en esta perfumería. Los ladrones ya lo intentaron antes, pero sonó la alarma y prefirieron darse a la fuga. No se descarta que fuesen los mismos que en la madrugada del jueves sí lograron su objetivo. El butrón o agujero abierto en la parte posterior del local les permitió acceder al baño.
Cuando los empleados llegaron al establecimiento y echaron en falta los perfumes comenzó el arduo trabajo de valorar todo lo que había sido sustraído, lo que demoró la denuncia hasta última hora del jueves.
El butrón no es una práctica muy habitual en los robos cometidos en O Barco. El último data de julio de 2010, cuando los ladrones abrieron un agujero en una pared de una superficie comercial de A Proba. Sin embargo, no consiguieron su objetivo. Comenzó a sonar la alarma y tuvieron que marchar con las manos vacías. Entre ambos casos hay una diferencia apreciable: la perfumería está en pleno centro de O Barco y no en las afueras.
