La presa, construida en 1964, se adapta a la normativa europea

A Rúa coordinará el Plan de emergencias en O Bao

Imagen oanorámica de la presa de O Bao, en los municipios de O Bolo, Manzaneda y Petín. (Foto: ARCHIVO)
Una reunión mantenida ayer en el parque de bomberos de A Rúa, en la comarca de Valdeorras, permitió conocer el Plan de emergencia de presa, preceptivo para cumplir con la normativa europea, que contempla los pasos a seguir en el caso de producirse una incidencia grave en el embalse de O Bao, en el municipio de O Bolo. Esta presa fue construida en el año 1964 y su sistema de seguridad estaba obsoleto, y tiene una potencia instalada de 285 megavatios.
Este plan es, según la delegación territorial de la Xunta en Ourense, el primero en implantarse en una presa de la provincia, aunque fue la de Prada, en el municipio de A Veiga, la que primero adaptó las normas de seguridad a la normativa europea, ya en diciembre de 2011.

El plan para el embalse de O Bao fue explicado ayer por los técnicos a los alcaldes de Petín, Manzaneda y O Bolo -porque la presa y toda la infraestructura que la rodea afecta a los tres municipios-, a representantes de las administraciones públicas autonómica y central, a técnicos de Iberdrola (la empresa es la concesionaria de la explotación de este embalse), al Cuerpo de Bomberos, Guardia Civil y urgencias sanitarias. El objetivo es coordinar a los distintos grupos de acción que tendrían que intervenir en el caso de una emergencia y trasladar la información necesaria a los servicios públicos. En realidad, la aplicación y el control del plan de emergencia será coordinado desde A Rúa, donde se halla la base que permite activar el plan de emergencias en caso necesario.

La legislación vigente que regula la seguridad en las presas hidroeléctricas obliga a sus titulares a elaborar este plan de actuación en caso de rotura de las mismas o de avería grave, que pudiese dañar o provocar graves consecuencias a las poblaciones próximas.

El plan, ya ultimado, tuvo, con todo, que superar algún trámite más, como fue el caso de obtener el visto bueno de la Comisión nacional de Protección Civil, que debió aprobarlo. Una vez obtenido este permiso, la empresa concesionaria del embalse, Iberdrola, tenía dos años para implantarlo, que ya se han cumplido. La implantación incluye la instalación de sirenas de aviso a la población afectada, trípticos que serán distribuidos por las poblaciones para que conozcan los pasos a seguir y planes de actuación municipal que darían respuesta a las emergencias que se pudieran producir.

Las medidas de emergencia se articularán en torno a tres fases, siendo la última la más grave y la que obligaría a activar las sirenas de aviso de catástrofe. Durante el tiempo que duró la instalación o implantación del plan, los técnicos del servicio provincial de emergencias de la Consellería de Presidencia colaboraron estrechamente con los concellos afectados y con la empresa titular de la presa para realizarlo satisfactoriamente.

La normativa de emergencias es obligatoria para las 50 presas de los ríos ourensanos. Todas ellas pertenecen a la categoría A, que las incluye entre las más peligrosas, atendiendo a la gravedad de los daños que su rotura causaría en la fauna y flora, en las viviendas e instalaciones industriales o en las presas ubicadas aguas abajo. Los grupos B y C corresponden a aquéllas que causarían una afección menor.

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