El sector pizarrero se queda sin acceso viable a las canteras con el corte de la N-536

La N-536 que une O Barco y Sobradelo sufrió un derrumbe y tuvo que ser cerrada al tráfico

Valdeorras vivió en el día de ayer un verdadero drama. Debido al temporal, a las 03,00 horas de la madrugada del viernes 3 de noviembre, el 112 Galicia alertaba de la aparición de grietas entre los kilómetros 41,400 y 47,500 de la carretera que une O Barco con Sobradelo, la N-536, a su paso por Candís, donde se realizan las obras de la calzada de circunvalación, justo al lado de la subestación eléctrica de Iberdrola, cercano también al acceso al colegio Tomás Terrón Mendaña, y a tan sólo unos metros de la localidad de Sobradelo, en Carballeda de Valdeorras. Minutos más tarde, el único carril disponible de esa carretera se desplomaba y el único paso viable de acceso para el tráfico pesado a las canteras de pizarra de la comarca se cerraba. El resto de los vehículos eran retenidos a la altura de la ITV, en Viloira, y desviados por la OU-0801, por la localidad de Éntoma. 

A las seis de la mañana se hacía patente el hervidero de vehículos pesados y turismos que cada día recorren esa carretera, y eran retenidos sin poder pasar.

Tráfico pesado

Al no poder transitar a través del puente de Sobradelo, el desvío de los trailers se establecía por la N-120, un recorrido inviable por no ser rentable para el transporte, puesto que, “se vas cargado das canteiras para chegar á zona de Vigo e tes que baixar a La Barosa (León) para despois volver cara Galicia, son 150 euros a maiores en cada viaxe”, explicó un transportista. “Eu tiña tres camións hoxe, un está na Barosa esperando instruccións porque non é rentable que volva a base do Barco, outro que ía para A Baña, tuvo moitos problemas co paso pola neve e outro tuvo que desviarse por Silván, La Cabrera (León), para dar chegado; o servizo tivemos que dalo, temos que servir ó cliente, pero hoxe perdimolo todo e aínda tivemos que poñer diñeiro”, añade.

El sector del transporte se mostraba ayer muy molesto: “O que é unha vergoña é que leve esa obra ahí tanto tempo, xa vai sendo hora de que fagan algo; ese muro leva así preto de seis meses, todos sabíamos o que ía pasar”.

Demanda de mejores comunicaciones

Lo ocurrido en el día de ayer servía una vez más para unir a la comarca en una vieja reivindicación a las administraciones, la de que “sea dotada de las comunicaciones dignas que le corresponden”. Así lo defendió Araceli Fernández, presidenta de la Asociación de Empresarios de Valdeorras (Aeva), porque las que hay ahora “afectan a la comarca de una manera muy grave, porque no son ni buenas ni malas, es que se tienen que terminar cayendo literalmente para que miren un poco para nosotros”. Frente a la intención de la empresa de buscar una solución rápida que resuelva el problema durante el fin de semana, estaba la reticencia de los empresarios que ya han vivido situaciones muy parecidas en el pasado. “No se pueden seguir poniendo parches, hay que establecer soluciones reales”, insistió Fernández.  

Desde el Clúster de la Pizarra, que tiene el acceso a su sede cercano al lugar del hundimiento, explican que “a dilatación das obras fixo que finalmente pasen estas cousas que non veñen máis que a incidir no eterno problema que temos en Valdeorras de acceso ás canteiras de pizarra”. Sucesos así tienen que pasar, según explican, para “que se den conta do necesario que se fai xa establecer alternativas de comunicación”.

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