Cartas al director

Gracias, Benedicto: Gracias, Francisco

Amig@, hoy 13 de marzo se cumple el quinto aniversario de la elección del cardenal Bergoglio como papa. Durante estos días los medios de comunicación nos hablan de Benedicto XVI y de Francisco. También nosotros, en esta breve carta, queremos recordar a los dos con cariño y agradecimiento. 

Aquella mañana del 11 de febrero de 2013 los rostros de los cardenales se petrifican cuando oyen decir a Benedicto XVI: “Muy consciente de la gravedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de obispo de Roma, sucesor de san Pedro, que me confiaron los cardenales el 19 de abril de 2005…”.

Gracias, Benedicto, porque has enriquecido y fortalecido a la Iglesia con tu magisterio, tu bondad, tu fe y tu humildad, durante tu larga vida en activo. Gracias porque, ahora, cumples con tu compromiso de silencio, ofrenda y plegaria. Gracias porque en el tramo final de tu “peregrinación hacia la Casa” sigues trabajando con tu corazón, con tu amor, con tu oración, con tu reflexión, con todas tus fuerzas interiores, por el bien común, y el bien de la Iglesia y de la humanidad. 

Gracias, Francisco, por tus palabras, tus gestos y tus sonrisas. Gracias porque nos recuerdas cada día que  “la paz comienza con una sonrisa”. Gracias porque nos invitas a, cada día, pedir cien veces “perdón”, cien veces “por favor”, y mil veces “dar las gracias”. Gracias por el soplo de puro evangelio que nos transmites cada día. Gracias por tus exhortaciones “El gozo del evangelio”, “El cuidado de la casa común” y “La alegría del amor”.

Amig@, a los noventa años del sabio que ilumina el mundo, y a los cinco años del “rayo que alumbra la reforma”,  damos gracias a los dos, porque los dos nos recuerdan que “entrañable es nuestros Dios”, que “la misericordia entrañable de Dios es el tema central del evangelio” y que “la misericordia del creyente es camino de evangelización”. Tu corazón y el mío cantan estos días: Gracias, Benedicto. Gracias, Francisco.