Cartas al director

No prevenir, prende la llama

Una vez más, se decidió esperar. Igual que para hacer pagar a los corruptos. Igual que para escuchar las necesidades del pueblo catalán. Esperó a que llegara el fuego para luego culpar a los terroristas ecológicos y vernos a los gallegos llorar. Esperó a que decenas de personas y animales hayan perdido sus hogares tras finiquitar el contrato de 400 de ellos. Una vez más, llega tarde.

No vale con excusarse echándole la culpa sólo a los demás. Que si hay que frenar a los radicales que se saltan unas leyes malinterpretadas, que si hay que tomar medidas contra los pirómanos que prendieron nuestros montes por dinero… ya no.

No se puede pretender evitar los males ignorando su cabida hasta que suceden. Necesitamos actuar, buscar un cambio. Se acabó esperar. Empezar a pensar primero. Moverse antes. Esperar en la retaguardia no puede ser la única opción. Nuestros montes, nuestra naturaleza y nuestra diversa sociedad merecen ser respetados.

Empecemos por invertir en prevenir. Galicia tiene los recursos suficientes –al menos eso da a entender que no existe déficit gallego- para aplicar medidas en favor a su ecosistema, y con más motivo aún durante la sequía. España y Catalunya merecen reentenderse a partir del diálogo.

Llegó el tiempo para asumir responsabilidades. Estamos cansados de una España de políticos infantiles. Nuestros montes, mares y ríos lo merecen como también nuestra fauna y nuestra flora.

Ellos también forman parte de nuestro pueblo. Gallegos, catalanes y el resto de naciones merecemos un país a la altura de sus gentes. Nuestra historia se merece que aprendamos de ella.

El fuego de la gente, sólo quiere seguir ardiendo en favor de una sociedad más democrática, que minimice las desigualdades y sea pacíficamente intolerante con el odio. Por muy diversos que seamos, nuestros sueños brillan en la dirección del progreso. Y esa llama no se apaga, seguirá brillando.