Cartas al director

Aurorita Seija-Edita Blanco

Son las seis y seis minutos.
El Sol ya en su ocaso,
y sus rayos iluminan
las losas de tu Parnaso.
¡Oh gran y dilecta Edita!
¿No ves en Febo y su "culto",
en la tarde que declina,
cuán te rinde su tributo?
Puse "aussi" una margarita
a mi excelsa profesora
Seijo Díaz Aurorita.
Aquella tarde en tu casa
tú, Edita y yo... chocolate
y una tertulia exquisita.