Cartas al director

Nuestro ejemplo

Este domingo electoral quise probar Blablacar para viajar a Vigo y cumplir con mi deber cívico: Seleccioné el viaje, pagué la reserva (5,00 euros viaje + 1,60 euros comisión) y recibí el número de teléfono del conductor. Me puse en contacto con él y me propuso que, si yo quería, él podría anular el viaje para que me devolvieran el dinero de la reserva y se lo pagara a él directamente... ¡Bufff! me acordé de Panamá, de nuestros políticos, de tantos escándalos (también farisaicos)... 

El problema de corrupción no es de uno o dos partidos, es la falta de principios que nos afecta a todos (pagos e B, facturas sin IVA, reclamaciones no del todo verdaderas...). El camino para reparar nuestra sociedad no escandalizarse y acusar a un partido u otro. Es recuperar los principios: la educación, y para la educación, nuestro ejemplo.