Aunque nos suene a una medida sacada de los comics de Mortadelo y Filemón, tampoco se le puede pedir mucho más a un partido político que también parece sacado del mismo tebeo. Si en 2012 Fátima Báñez agradecía a la Virgen del Rocío por su "ayuda" para salir de la crisis, en 2014 era Ana Botella pedía a la Virgen de la Paloma que ayude a mejorar el empleo y Fernández Díaz afirmaba que Santa Teresa ayudaba en los tiempos difíciles que atravesamos, y dejo en el tintero otros casos de cargos menos relevantes, ya tenemos la tontería del año, y como no podía ser de otra forma viene patrocinada por el PP, en este caso el de Galicia, concretamente en Pontevedra.
Su propuesta económica, lejos de promover la cultura o la industria, lejos de enfocarse a reformas de largo recorrido que mejoren las condiciones de la provincia, se dirige a fomentar la superchería y el turismo religioso del engaño, que atrae sin contemplaciones a gente desesperada por encontrar solución o respuesta a sus problemas. Sí, su intención es explotar las apariciones marianas de Pontevedra. Soluciones inhumanas que reflejan la calidad de quienes las proponen.
