Cartas al director

Turismo responsables y sostenibilidad

España un país reseco  por el cambio climático al cuál llegan cada  día más  turistas. A pesar de   la existencia de  una normativa  ambiental  europea, desarrollada   por el Estado y las Comunidades  Autónomas, muchos grupos de  interés  se  preguntan    si hay o no un límite  al aprovechamiento, disfrute  y explotación de  la actividad  humana  a  nivel turístico. El otro día  visité  un enclave  natural por poner  un ejemplo la playa de la Rijana  pasado Calahonda  en Granada, a  pesar de la belleza del enclave, la gente  arroja  algunos plásticos, y deja  cientos de colillas  en la arena. ¿Debe de  haber  un recoge  colillas detrás de cada  desaprensivo? Igualmente  se  somete a un estrés a  nuestros paisajes, a nuestros montes, fauna silvestre, animales, a nuestros ríos y playas  cuando  la sociedad  humana, los sobre pisa, agosta, y a  veces  los ignora. Para  algunos   el turismo es la gallina de los huevos de  oro en España, pero ojo al dato,  el calentamiento climático, los incendios, y esa  sobreexplotación desmedida, puede  dar  al traste con todo. El sol calienta cada  vez  más, y su radiación es  mayor… ¿No será que  el sol y los ecosistemas andan un poco locos, y cabreados? Cada año que pasa,  el ser  humano quiere  pisarlo  todo, explotarlo   todo y el turismo ahora  también   rural y de paisaje no es una excepción. Sin embargo también vemos  un desequilibrio entre  la superpoblación costera   y de  grandes  capitales, y los cerca de  cuatro mil pueblos  pequeños   en parte  aislados en España, con muy  pocos  habitantes  y en peligro de  extinción. Crear   un  turismo  más  cercano a estas  zonas  un tanto despobladas, equilibraría la balanza de  alguna  manera  y se salvarían  muchas  aldeas, parroquias, villas, anteiglesias, alquerías y pueblos en general a punto de desaparecer. De todos modos  debemos de  hacer  una llamada de  atención a los gobernantes  que toman decisiones, de  cómo plantear  un turismo sostenible, y si hay que limitar  o no el número de turistas   que acceden a  muestro país, a determinados espacios  que ya en parte  se  hace,  pero no de  forma  drástica. Adoptar medidas de control y prevención, es necesario  y urgente, sin embargo examinen  por poner  un ejemplo el desastre de la construcción en un lugar plagado como un hormiguero hueco de apartamentos, verbigracia  la Costa del Sol y tantos  lugares  sobre explotados.

 De otro lado repensar  el consumo, esos  ingleses  y alemanes  que vienen al desmadre  a  España, en su país no se lo permiten, por algo será. Si creemos que gracias  al turismo, que da  parne, todo o casi todo debe de  estar permitido, a costa de  agotar nuestros  recursos,  y dañar  nuestros   ecosistemas  por mal camino vamos. Creo que  a  la vuelta de unas  decenas de años, no más de  dos, esta  carta tendrá sentido, aunque no sé   si ya  será  un poco tarde.