Cartas al director

Fascismos

Empezó Vox a asomar la cabeza y nuestro ilustre podemita señor Iglesias, muy comunista él, ha bajado de su mansión capitalista de 600.000 euros a incitar a sus huestes a enfrentarse a sus primos hermanos fascistas. ¿Qué argumenta?, pues que los líderes de la ultraderecha no aceptan la Constitución y son un peligro. 

Él no, el señor Iglesias es ecuánime con sus ideas. Vive como comunista de salón por la mañana y por obra y gracia del capitalismo en cuestión de minutos se asocia con la élite en la zona más exclusiva de los madriles. Las ovejas le ríen las gracias y se comportan como lo que son. Dice que Vox va en contra de la constitución, pero como ser supremo podemita se asocia con lo más selecto del Congreso para apoyar a 84 diputados, a saber: Bildu, los separatistas catalanes y el excelentísimo señor Rufián, o sea, los que más aman nuestra Constitución. 

Un primor de iluminado. Un comunista de salón que se declara pacifista y feminista. Pacifista también de salón porque sobre la venta de armas a los árabes, tanto él como Teresita y Kichi callaron como zorras. Estas tienen más inteligencia que los melones de estos ilustres comunistas. Otro día seguimos con más incoherencias podemitas.