Cartas al director

Retrogradismo

Esto no va de la defensa de la vida como a mucha gente le encanta pensar, y estas mismas personas por mucho que así lo crean no son ningunas abanderadas de Dios sino un reflejo del género humano.

Decía Tomás de Aquino que “Un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable, de manera tal que en su deseo, un hombre (o mujer) comete muchos pecados, todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal. Los pecados o vicios capitales son aquellos a los que la naturaleza humana está principalmente inclinada.”

Siempre me ha fascinado la soberbia y cómo mucha gente antepone sus valores a los de otras personas desdeñando los pilares que sostienen sus creencias. La nueva minirreforma de la ley que regula el aborto solamente tiene como objetivo sosegar a los votantes más exaltados, reaccionarios y a los votantes católicos extremistas que engrosan los escaños del Partido Popular. Esto es verdaderamente insustancial y baladí, lo importante es que esta reforma dejará desamparadas a todas aquellas mujeres menores de edad que desgraciadamente no tengan un núcleo familiar estructurado, que se encuentren en situaciones de riesgo de exclusión o que pertenezca a una familia que por motivos religiosos o de otra índole no le permita tomar, en última instancia, libre y autónomamente la decisión que crea que deba tomar. Como dice Ruth Ginsberg, jueza del Tribunal Supremo de los EE. UU: “El énfasis no debe estar en el derecho al aborto, sino en el derecho a la intimidad y el control de la reproducción.” Esto es así porque no se puede obligar a ninguna mujer a gestar vida en su vientre, no es algo que pueda ocurrir en contra o al margen de la voluntad de la mujer.

Hay que centrarse en el bien superior de la mujer y dejar al lado la idea de que el ser humano aparece en el momento de la unión de los gametos masculinos con el femenino, idea que al fin y al cabo es compartida solamente por gente de determinados grupos como los católicos por ejemplo y no por el máximo común de las personas que formamos esta sociedad.