La empresa Ecourense UTE, concesionaria del Ayuntamiento de Ourense, dispone de un servicio de punto limpio móvil, una furgoneta que de lunes a sábado para en distintos puntos de la ciudad para que los ciudadanos puedan deshacerse de residuos domésticos sin tener que desplazarse a los puntos limpios situados en las afueras de la ciudad. El servicio funciona bastante bien, es cómodo y, tal y como anuncian en su página web (http://www.ecourense.es/punto_limpio_movil.aspx) y en el folleto informativo recoge aparatos electrónicos y electrodomésticos, pilas, papel y cartón, muebles y enseres voluminosos, lámparas y tubos fluorescentes, aceite usado, vidrio plano, metales, madera, radiografías, aerosoles, restos de pintura, tintas y disolventes y ropa y calzado.
Tras usarlo varias veces sin ningún problema y con ayuda del empleado que conducía el furgón, el sábado 13 de octubre nos encontramos con otro empleado, este más “inmóvil” y que trató de poner todo tipo de excusas e impedimentos a fin de que no pudiésemos dejar los materiales en el punto limpio móvil. Desde un primer momento nos dijo que no podía recoger casi nada más, cuando tenía el furgón prácticamente vacío, instándonos a que fuésemos a uno de los dos puntos limpios a dejarlos. Luego nos dijo que únicamente podíamos dejar lo que cupiese en los minúsculos contenedores, que evidentemente están destinados a objetos pequeños (baterías, pilas, papel y cartón, bombillas, etc.).
Además, durante el acalorado intercambio verbal, el empleado llegó a decir que el punto limpio móvil “se trata de un paripé”, insinuando que no vale para nada.
Desde luego que no vale para nada si los empleados no cumplen con su trabajo. Finalmente y sin su ayuda dejamos los restos en el furgón, colocándolos de la mejor manera posible.
Resulta indignante y violento que se trate así a los ciudadanos que con sus impuestos sufragan este tipo de servicios fundamentales para el buen funcionamiento de la ciudad y del medio ambiente.
