Cartas al director

Obituario: Don Amable

Sin duda alguna la Familia Salesiana en Ourense sentimos un vacío ante la noticia de la muerte de nuestro tan querido D. Amable Lorenzo, fallecido el pasado 18 de enero a las 14,40 en León donde residía los últimos años. Años en los que poco a poco su cuerpo se fue deteriorando, su mente perdiéndose cada día a sus 89 años desde que había visto la luz en S. Pedro de Ribeira un 24 de noviembre de 1927.

Su vida estuvo siempre ligada a Ourense y a la familia salesiana desde 1937, en que ingresó en el colegio, siguiendo después por Astudillo, Mohernando y Carabanchel donde recibió el presbiterado el día de San Juan de 1955.

Como docente y pastor fue recorriendo centros de Ourense, Allariz y Vigo donde fue director del Colegio Hogar. Administrador del colegio ourensano, capellán y delegado para la vida religiosa, miembro de los consejos presbiterales de Ourense y Vigo y director espiritual de sacerdotes, entre otros muchos servicios.

Pero sobre todo le vamos a recordar como rector de la Iglesia de María Auxiliadora y después el primer párroco de la misma (1983-1992). Denodadamente luchó por crear la parroquia y dinamizar la Asociación de María Auxiliadora. Se esforzó e impulsó aquel momento que recordamos como su gran alegría al conseguir sus anhelos tras innumerables gestiones para marcar unos límites muy discutibles en lo que intervenían D. Emilio Lorenzo y D. Luís Portugal, D. Modesto A. Touza y por supuesto el obispo Temiño. Se barajaban entonces dos posibilidades: crear parroquia al templo de los Franciscanos o al de Salesianos. Inclinada la balanza hacia éste, por motivos más que nada geográficos, faltaba marcar los límites, algo harto complicado. En interminables diálogos y gestiones fue Don Amable el artífice de la solución final que a algunos no satisfacía: dividir en dos parroquias la calle Juan XXIII y nada menos que en tres la de Ervedelo. Fue duro el entendimiento y durísimas las gestiones en las que Don Amable supo estar y nunca perder la calma. Dio ahí una muestra ejemplar.

Al frente de la nueva parroquia consiguió algo por lo que habían luchado otros durante muchas décadas. Fue la nueva situación jurídica de la capilla de Os Remedios pasando entonces a ser administrada por la parroquia tras incontables gestiones de Don Amable con la familia Méndez. Igualmente, después gestionó en el Ayuntamiento y Patrimonio el adecentamiento del entorno e hizo varias e importantes obras en la capilla que después fue pasto de las llamas. Con celo y mimo cuidó tanto la parroquia como la capilla desde el momento en el que se hizo cargo de ambas. 

Era un salesiano de cuerpo entero y, con un estilo muy suyo y con una constancia innegable, fue llegando al cumplimiento de sus objetivos. Así marcó el ritmo de la nueva parroquia.
Mucho le costó dejar Ourense cuando acabó su periodo legal como párroco. Amaba esta “su” tierra, a la que se entregaba de manera discreta y sin estridencias. Cuando se fijaba una idea y unos objetivos era casi imposible hacerle variar y tengo varios ejemplos. Siempre que podía volvía, ya desde Vigo, donde finalmente colaboraba en la parroquia, como desde Allariz. Aquí y en Vigo deja muchas y grandes amistades que le recordaremos eternamente. Fue y seguirá siendo un punto de referencia para la salesianidad ourensana.

Descanse en paz y que María Auxiliadora y la Virgen de los Remedios, sus advocaciones tan queridas, le hayan concedido su merecido descanso.