Cartas al director

Becarios eternamente

Hay muchos que este curso no inician la universidad ni un máster porque todo eso ya lo han hecho. Además, han podido realizar prácticas en diferentes instituciones pero siempre sin posibilidad de incorporación.
Son estos los que a día de hoy se encontrarán en un limbo de "demasiado experimentado y formado para más becas, pero todavía no lo suficiente para recibir un título de técnico junior". Es en este punto donde debemos preguntarnos dónde está el lugar de los graduados con experiencia, pero no con la suficiente para que una empresa confíe en ellos para un puesto de responsabilidad.

Ansío el día en que muchos jóvenes dejen de escuchar las ya tan conocidas palabras en su último día de prácticas: "Ha sido un placer contar contigo durante estos meses, ojalá pudieras quedarte porque has aportado mucho al departamento con tus ganas de trabajar, tu ilusión y tus ideas, pero seguro que encuentras algo mejor pronto."

Es cierto que la manera que tienen las empresas de ver a los jóvenes está cambiando, pero todavía existe un vacío legal en aquellos casos en los que no existe un límite de oferta de becas sin posibilidad de incorporación posterior en las instituciones. 
Por otra parte, la exigencia de un convenio con el centro de estudios para la realización de las prácticas a jornada completa (existen casos que piden horario nocturno para las mismas) hace imposible que se mantenga la motivación y la esperanza en que todo esto va a cambiar.
No queda claro si se buscan estudiantes eternos a un bajo precio a los que nunca se denominará como profesionales de su actividad.