Un semáforo en rojo, unos coches parados, un señor que camina y casi al acabar de cruzar se cae al suelo.
Los señores de los coches ven lo sucedido delante del capó de sus autos y no se molestan en salir a ayudar al caído.
Voy a mi trabajo, doblo una esquina y me encuentro a un señor tirado en el suelo y unos señores impacientes esperando que se levante para seguir su trayecto. Me agacho y le ayudo a levantarse, me intereso por su estado, me da las gracias y seguimos todos nuestro camino.
Yo sigo prefiriendo agacharme a ayudar al prójimo que quedarme sentado viendo pasar la vida.
"¿Quién es Dios?", alguien preguntó. Y el sabio respondió: "Aquel que está tirado en el suelo".
