Cartas al director

La democracia horizontal

Nos encontramos en un proceso digital cuya magnitud, impacto y velocidad de implementación, en todos los ámbitos de la vida, es tan disrruptivo que no se parece a nada que hasta ahora se haya experimentado en la historia. Estos factores están generando desigualdad, incertidumbre e inseguridad en amplios sectores de la población, que no son capaces de entender la magnitud de lo que está sucediendo y cómo les puede afectar en un periodo de tiempo muy corto.

En este nuevo contexto ¿cómo debemos articular la democracia? Las nuevas tecnologías, las redes sociales influirán para avanzar hacia un nuevo marco evolutivo de la democracia o debilitarán y acabarán con ella. Hay que utilizar redes sociales, la disponibilidad de acceso a la información y los cambios tecnológicos para avanzar en la trayectoria de mejorar la democracia y la capacidad para tomar decisiones colectivas que mejoren la sociedad.

En este modelo de civilización surgen interrogantes difíciles de contestar: ¿va a ser posible la democracia sin controles y qué tipo de controles se pueden aplicar? Estas redes sociales son nuevos lugares de reunión de la humanidad. A través de las redes se puede garantizar una mayor libertad de acceso a la información. Las redes proporcionan ya nuevos canales para expresar las opiniones y adoptar un mayor número de iniciativas y de decisiones.

La democracia representativa ha de estar más conectada con la democracia participativa, a través de las redes sociales. Debe lograr convertir a la población en ciudadanos activos, que pueden tener mayor protagonismo a la hora de diseñar la política.