Cartas al director

Vulenarabilidad territorial

Todos los territorios se han visto afectados de forma negativa y desigual por la crisis económica y las desaforadas políticas de austeridad. Existe una clara conciencia sobre la intensidad con que esta crisis ha sacudido los cimientos de la economía y la sociedad española, apoyada en las múltiples indicadores que de forma periódica llaman la atención de la opinión pública. Sin esa conciencia no son explicables la proliferación de los nuevos movimientos sociales aunque reciban nombres diversos como plataformas mareas. Existen situaciones de especial gravedad, muy superior a la que señalan los valores medios en determinadas áreas del territorio.

Necesitamos con urgencia que los responsables sociales y políticos elaboren un  de mapa creíble de la realidad, pues la cartografía, como la cognición misma, es una simplificación que nos permite ver donde estamos y hacia donde nos dirigimos. Necesitamos planificar qué hacemos con nuestros mayores. No sólo debemos esperar su defunción. Bajo el ruido de las cifras de la crisis, existe otra realidad que con frecuencia nos pasa inadvertida. Existen responsabilidades en las elecciones de los medios que pueden explicar la desigual vulnerabilidad.

La población gallega es mayoritariamente con creces vieja. Por diversas razones culpables a veces, otras no tanto. Sin embargo las políticas desarrolladas por la Xunta, por las alcaldías, cualquiera que sea el color, no se distinguen por políticas preferentes para con los mayores. Siguen enfrascados en el modelo económico de la “burbuja inmobiliaria” y  si en ese modelo los viejos son producto para usar y tirar ahora lo son todavía más.

La vulnerabilidad territorial tiene un fundamento real indiscutible, pero en ocasiones ésta obedece a la no utilización inteligencia de los recursos. Podemos disponer de medios pero no sabemos utilizarlos. Un centro de día que no se utiliza es una inversión irrentable que nadie haría con su propio patrimonio. Disponer de dos “centros sociales” utilizando solamente uno es  tirar el patrimonio de los ciudadanos. Las burbujas inmobiliarias ofrecen muchas manifestaciones. Y lo que se predica como vulnerabilidad con frecuencia es sólo mala administración. La política del victimismo genera víctimas pero no actores de su libertad.