Opinión

Otra de gambas

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la

Vega  tiene fama, merecida o no, de hacendosa y de echarle horas a su

cometido. De la Vega es la chica para todo del equipo de ZP que lo

mismo sirve para un roto en inmigración que para un descosido en

vivienda; conocido es , sin embargo, el refrán castellano del que mucho

abarca poco aprieta y ocurre que a la numero dos del Gobierno la

multiplicidad y diversidad de los asuntos que abarca  terminan por

ofuscarla. La vicepresidenta hace como que  responde a todo lo que se

le pregunta pero, en realidad, si se presta atención a sus peroratas no

responde a nada en concreto.

   Acebes y Zaplana, como Hernández y Fernández hacen con Tintin, la

sacan de quicio los miércoles en el Congreso y resulta provocador que,

conociendo de antemano  las preguntas que le van a formular, no tenga

un escribano 'monclovita que le redacte las respuestas  con un estilo

mas depurado y versallesco y, sobre todo, acordes con la interpelación

formulada en vez de seguir el esquema habitual de contestar 'manzanas

traigo' cada vez que se le pregunta 'a donde va o por la hora'.

   Las sesiones de control al Ejecutivo de los miércoles se han

convertido esta legislatura con Fernández de la Vega   en un dialogo de

sordos aderezado por la retahíla de descalificaciones que dedica a sus

oponentes populares . Cuando hay ayuntamientos ,incluidos algunos

gobernados por socialistas, que no cumplen la reciente sentencia del

Tribunal Supremo sobre el izado y presencia de la bandera de España,

nada es mas indicado en democracia  que los dirigentes del único

partido que ejerce de oposición entre la nutrida claque gubernamental

que puebla el hemiciclo, exija al Ejecutivo menos pasividad y mas

firmeza. Cosa que no debe entender bien Fernández de la Vega dado el

tono desabrido de la respuesta y el contenido de la misma extraído

aparentemente  de alguno de los manuales de 'buenismo' que suele

utilizar su jefe.

   Solo así puede entenderse que la vicepresidenta del Gobierno diga

que la ley no hay que imponerla a quienes la incumplen sino

convencerles de que la acaten. Será muy interesante que los inspectores

de hacienda , guardias de trafico, policías , jueces etc.., tomen nota

de la opinión que la vicepresidenta tiene del cumplimiento de la

legalidad vigente con el fin de que lejos de imponerla bajo multas o

privaciones de libertad se dediquen a convencer a los infractores y

delincuentes de sus incívicas acciones y actividades con palmaditas en

la espalda. Item más como, según De la Vega, las banderas no están para

confrontar o dividir  sino para unir , quienes no deseen que la enseña

de España ondee en sus ayuntamiento, antes que obligarles según exige

la ley y pelearse por ello , lo mejor será mirar a otro lado y pedir

otra de gambas. Nadie podrá cuestionar que tenemos un Gobierno 'Alicia'

en estado puro. ¡Qué maravilla!

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