Opinión

Pensionistas en el umbral de pobreza

Pues todo apunta a que así va ser y, sobre todo, para los nuevos pensionistas, es decir, los que han empezado cobrar su pensión a partir del 2016. Según el presidente de la Autoridad Fiscal, en su última comparecencia en el marco del Pacto de Toledo, nos advierte de la inevitable pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas durante los próximos años, a tenor de las reformas emprendidas en los últimos años, y que fija la revalorización mínima del 0,25% pese a previsiones de inflación más elevadas y que podrían ser de hasta un 3% a finales de ejercicio. 

De la misma forma, y desde el Banco de España, en su documento 'El sistema público de pensiones en España" podemos llegar a la conclusión de que sin incrementos adicionales de los ingresos del sistema, el mecanismo de ajuste se produciría principalmente a través de reducciones de la pensión media con respecto al salario medio, es decir, con pensiones más pequeñas en términos relativos. En definitiva, y para que nos quede cristalino, y sobre todo a los futuros pensionistas, en los próximos cinco años perderán un 7% de media de su poder adquisitivo, y no lo digo yo, lo dicen los economistas del Banco de España. Con lo cual las pensiones más bajas (y aquí recuerdo una vez más que son las de Ourense), quedarán en el nivel de los parámetros económicos que limitan el umbral de pobreza de las personas.

Pues vaya panorama, nuestros hijos emigrando a otras comunidades o países y derivando a nuestros mayores a vivir en la cuerda floja en la que debería ser la etapa más tranquila de su vida. Pero no pasa nada, estamos en plena recuperación económica y somos el motor económico de Europa, según algunos, claro. Lo que no nos dicen es cuales son las comunidades y provincias que tiran de los grandes datos macroeconómicos y, desde luego, Galicia y en concreto Ourense, no se encuentran en ese grupo locomotor. 

¿Y qué podemos hacer para tratar de involucionar esta situación? Pues ser conformistas y quedarnos de brazos cruzados no me parece la mejor de las actitudes, con lo cual les invito a reflexionar sobre ello. Dicho esto, lo que todos nos preguntamos es cómo hemos llegado a esta situación, y sobre todo cómo salimos de esta espiral negativa. Pues pienso que un primer paso sería someter a las administraciones a auditorías externas con carácter obligatorio, para analizar cómo gestionan lel dinero público y si los diferentes gastos son racionales y se adecúan a los principios de buena gestión. A partir de ahí, y de la correcta y productiva gestión de los recursos públicos, empezar a enderezar un rumbo errático aún a día de hoy.

Y para que lo tengamos más claro todavía, recomiendo la lectura del último estudio del Foro Económico de Galicia, el cual analiza las consecuencias de la crisis demográfica de la población gallega y apunta a que uno de cada cuatro hogares gallegos tiene dificultades de acceso a servicios básicos, concretamente el 23,6% de la población, frente al 9,8% que se registra en el conjunto del país. Y Galicia lidera este triste ranking. Los datos de Ourense, pues casi mejor ni plasmarlos, más que nada porque a los que creemos de verdad en esta provincia nos hierve la sangre al comprobar tanto desidia y abandonó a los que aquí vivimos. Pero claro, somos el interior del interior y aquí lo que prima es el eje Atlántico; los demás, ni existimos. Y mi última pregunta para reflexionar tranquilamente: ¿Vamos seguir siendo ourensanos conformistas mientras ni siquiera podemos garantizar el futuro laboral de nuestros hijos en su localidad de origen?

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