Opinión

El triple

Drazen Petrovic -que siendo un niño madrugaba cada día para realizar una sesión de 500 tiros antes de ir al colegio o que tras haber fallado dos tiros libres decisivos se encerró en el pabellón y estuvo tirando triples hasta la madrugada-, Larry Bird, Ray Allen, Reggie Miller... son algunos de esa saga de tiradores capaces de decidir un partido. Pero sería con la irrupción de Steve Curry, capaz de lanzar desde más allá de 9 metros cuando el lanzamiento triple se ha convertido en parte fundamental del baloncesto.

De Stephen Curry se resalta "su ética de trabajo". Bajo la férrea enseñanza de su padre y ex NBA, Dell Curry "al acabar mi segundo año del instituto me obligó a cambiar mi tiro para que fuera competitivo en niveles superiores".

Sin comparativa individual posible. Nos permite entender que en el baloncesto actual es tan importante dominar el espacio como las alturas. El campo, con semejante rango de tiro se hace más amplio a la hora de generar ventajas. Otorga mayor desahogo a los interiores. 

Que a los Warriors corresponde el copyright de un estilo de juego y una jugada (el triple) que está cambiando el baloncesto en la misma medida que, salvando las distancias, condiciona el juego del COB. Siendo incuestionable su ética de trabajo, el conjunto ourensano, es capaz de "cumplir" con creces en su balance defensivo, no así a la hora de lanzar. Lo que imposibilita unos resultados que por esfuerzo, trabajo y orden, podrían serle favorables. Ni acierta, ni amenaza. Esto le obliga  a vivir "colgao" de Davis Rozitis.

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