El arte no reproduce lo visible sino que hace visible lo que no siempre lo es". Definición de arte por parte de Paul Klee -uno de los pintores más representativo de la Escuela de la Bauhaus- que, sin saberlo, explica lo que puede ser el éxito actual del COB. Que todos aquellos "enganchados" al baloncesto, que en los últimos años eran una especie de realidad invisible para mucha gente, se sientan visibles.
No cuenta en su plantel el conjunto ourensano con el máximo anotador, ni el mejor reboteador o el tirador más certero...vamos que ni mucho menos dispone de las individualidades más visibles, en cuanto a estadísticas, de la Liga. Por contra, sí es el equipo más valorado, el más acertado en porcentaje de tiros de campo (48%), sustento de cualquier marcador, pero, sobre cualquier otra cuestión, es capaz de hacer visible lo que otros muchos equipos no son capaces de hacer: su actitud defensiva.
Fuerte y hasta espectacular a campo abierto, también es capaz de mantener el cuerpo a cuerpo y hasta sorprender a aquellos equipos más compactos y cadenciosos. Lo hizo ante un Palencia, que pasa por ser el mejor equipo de la Liga, cuando menos el más compensado en su plantel, y lo que sí es seguro que es el más cicatero en cuanto anotación, cansino e incomodo hasta la saciedad. En esa igualdad final fue diferenciador un espectacular mate de Fieler, la destreza de Pedro Rivero o la diposición de Suka-Umu -junto con Arco los bastiones en esta ocasión-, pero sobre todo lo fue la defensa ourensana para desasosiego de un Palencia acostumbrado a ser ellos quienes fuercen el error rival y no al revés como así ocurrió.
Una palabra, pronunciada por Pepu Hernandez en la celebración por la medalla de Oro de Japón, va ser muy importante a partir de ahora "BA-LON-CES-TO".
