Opinión

Estadísticas discordantes

Dice el periodista Ricardo F. Colmenero que “de acuerdo con las estadísticas, si tu vecino tiene un Ferrari, y tú no tienes ninguno, los dos teneis medio Ferrari”. Es los malo de las estadísticas (y de los vecinos). Todo depende de la muestra. Por ejemplo, si tomo la media anotadora “exterior” (59%) e “interior” (21%) del COB,  se podría pensar que de los cinco jugadores que están en cada momento sobre la pista hay uno, a veces dos, que generan menos que el resto. “Penaliza” la actuación de los pívots Franco Penacchiotti y Darius Carter, la de este último, por cierto, mejorada en esta ocasión en el partido ante el Algeciras, ponderando las espectativas generadas por un sobresaliente currículum con las dos temporadas de inactividad. Es lo malo de las estadísticas (y de la imaginación).  

Lo cierto, ya sin estadísticas, es que tal discordancia afecta a lo que es la ofensiva del conjunto ourensano, no así en cuanto, por actitud, a la defensa. Esfuerzo grupal, repartido de manera equilibrada que, junto con la profundidad de banquillo, hasta ahora (cuatro victorias, ninguna derrota y único equipo imbatido del grupo) parece suficiente para demostrar la superioridad que se le suponía al equipo ourensano en una LEB Plata acotada, en cuanto a reconocimiento, a tres, cuatro con el COB, equipos. Gijón vistante en el Pazo este sábado (19:00 horas) podría estar cerca de ellos.

Por otra parte, ser entrenador, partícipe de un equipo “grande/ganador” conlleva no mostrar debilidades, alcanzar el equilibrio, regularidad, lo que tampoco es medible, y que puede resultar, más que pretencioso, agotador. Al técnico del equipo ourensano, Armando Gómez, corresponde dotar al equipo de la prudencia, responsabilidad e intensidad precisa... lo que parece que está consiguiendo hasta este momento de la temporada.

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