Opinión

La ley del patio

Visto el partido, como los anteriores, recuerdo, cuando, en el colegio, se desarrollaban unas competiciones internas donde se intentaba "equilibrar" el juego compensando a los más pequeños con uno o dos goles -en este caso serían canastas- de ventaja en los enfrentamientos ante cursos superiores. Los más pequeños, exhibían sus mejores virtudes y empeño, por defender esta ventaja. Pero el resultado estaba escrito de antemano. Los mayores acababan ganando con evidente solvencia, pacientes, se sentían seguros en su superioridad, esforzándose ante aquellas dos o tres individualidades más notorias del rival. "Es la ley del patio que decía el periodista" S. Gimenez.

En una competición disputada a toda velocidad, donde no es tanto la ocupación de las zonas, asistemática, Zamora, en su impotencia, finalizó cada uno a su aire, el COB, más académico, largo, que el resto de equipos, siempre va tener ventaja, y más si el rival se presenta con solo nueve jugadores y un "acompañante".

La victoria ourensana, en la ascendente dirección de Marín, "cañoneo" de los exteriores y un Carter, que progresa adecuadamente -aunque "se le debe pedir más" que diría algún profesor de antaño- era más previsible que nunca.

Quizá sea el COB, el único club de LEB Plata obligado a ganar dos veces, en el marcador y en la retina del espectador. Orgullo y castigo de un club que quiere recuperar su prestigio. Su éxito será saber transmitir que su razón tiene más que ver con la efectividad, el método, que con el ornamento.

Y en ciclos de disgusto, para cualquier aficionado que se precie, lo realmente importante es la victoria. A día de hoy: siete de siete y en la medida que siga siendo así, a celebrar cada jornada.

Te puede interesar