Los inicios suponen, casi con toda seguridad, el momento más importante de toda relación. La ilusión se mezcla con la desconfianza/temor y cualquier paso en falso puede resultar fatal. De ahí la importancia de lo hasta ahora realizado por el COB. Dicen, quienes conocen la LEB Plata, que lo difícil viene a partir de ahora, Burgos, Cantabria o Ponferrada, puede ser, pero, de momento, las actuaciones del conjunto ourensano transmiten una agradable sensación de fuerza, sobre todo en defensa, acierto exterior, que llevan a entender, a los aficionados, que es el conjunto más preparado para optar a liderar la Liga. Lo que ya es una realidad.
A un entrenador hay que pedirle una cuestión básica, que tanto él como el grupo que dirige acudan a trabajar todos los días. Como añadido, que tenga una idea clara de lo que quiere hacer con el equipo y la guinda que todo se exprese de manera atinada cada fin de semana.
Hasta el momento, es evidente, que el plantel ourensano supo adaptarse al rol que demandaba el entrenador, Armando Gómez, aunque esto implicara una rebaja de minutos, protagonismo, en equipos anteriores y hasta categorías superiores.
Cierto que el COB tiene a Javi Marín, a Greg Gantt y la mejor defensa. De lo uno y de lo otro se deduce que siga imbatido en la Liga con un desarrollo inverso: primero el resultado y después la fosforecencia.
Pero, donde radica su éxito es en lo colectivo. Para mejorar haría falta el Carter de dos temporadas atrás en Alemania, que mejore Pannacchiotti, algo improbable y fichar "juego interior".
