The economy, stupid" -que le "espetó" Bill Clinton a George H. Bush-. Frase que marcó, y hasta decantó, las presidenciales de EEUU en 1992-. "Es la ACB, señores" y "nos reservamos el derecho de admisión", podría repetir la patronal de clubes, cambiando la premisa, sobre el ascenso del COB "en diferido" o "simulado" -que manifestaba una conocida política- : "Mediante un acuerdo entre las partes". Lo que por posible, por cuanto la promoción a la ACB es por invitación, no deja de sorprender por la cerrazón que mostraba la patronal de clubes.
Cierto que de este acuerdo también se beneficia -el primero- un redimido Fuenlabrada. Pero esto es algo que al COB y a sus seguidores le tiene sin cuidado. A su tiempo... maduran las uvas. Pero sobre todo es la demostración de que la reclamación del COB, como el dictamen del CSD, se ajusta a derecho y no, como algunos reprochaban, a la "ocurrencia" de algún político.
Es, por otra parte, la posibilidad de desbloquear un proceso que la ACB estaba dispuesta a prolongar en el tiempo. Y es que aquello de que "más vale un mal arreglo que un buen juicio" no parece ir con la patronal del baloncesto.
Dicho esto. Opiniones todas. Pero, no es ahora cuando toca sacar la vena "hater". Sería propio de irreflexivos.
El conjunto ourensano dispondrá de un tiempo que le permitirá acometer un proceso de aseamiento y profesionalidad de sus estructuras socio/económicas acorde a la ACB. Es de pensar que todo lo que se pueda hacer ahora debe acercar a donde se quiere estar en el futuro, en la primera liga del baloncesto FIBA/Europa.
