Opinión

Ciudadanos, más bisagra

El triple “sorpasso” que las encuestas publicadas tras la celebración de las elecciones catalanas del 21-D -en las que Ciudadanos fue el partido más votado- daban por hecho no ha sido corroborado por el barómetro del CIS con intención de voto correspondiente al mes de enero. El partido de Albert Rivera se ha tenido que conformar con convertirse en el tercer partido de ámbito nacional, por encima, eso sí, de Podemos y sus confluencias, que repuntan levemente.

El frenazo de las expectativas de Ciudadanos, sin embargo, no oculta su progresión ascendente, dado que la intención de votos hacia este partido ha crecido seis puntos en los últimos seis meses, mientras que el resto de los partidos han perdido apoyo durante este tiempo, hasta el punto de que el partido naranja se hace con lo que pierden los dos “grandes”.

La distancia entre el PP, que sería el partido más votado, con un 23,6% de los votos, en el caso de celebrarse en este momento las elecciones, y Ciudadanos es de 5,6 puntos. Pero más relevante aún es que la suma de ambos crece con respecto a la de los dos partidos de izquierdas, que sumarían el 42% de los votos, cinco puntos por debajo del centro derecha.  En cualquier caso,  Ciudadanos acrecienta su papel de partido bisagra y podría escoger su pareja de baile, porque la suma con el PSOE también daría para formar gobierno enviando al PP a la oposición.

Esta circunstancia deberá ser tenida en cuenta en la calle Génova desde la que se ha iniciado una campaña de descrédito hacia Ciudadanos protagonizada por Mariano Rajoy, quien el pasado domingo volvió a señalar que “ni tienen ideas claras, ni principios muy firmes”, porque con su triunfo en Cataluña ha instaurado en el PP una grave preocupación entre sus barones regionales, mientras la dirección nacional prosigue el ninguneo del pacto firmado por ambas formaciones que permiten a Rajoy gobernar. Por la fecha de elaboración de la encueta del CIS, no ha podido registrar el efecto de esta ofensiva popular.

El PSOE además comienza a sentir el aliento en el cogote del partido de Albert Rivera, al que aventaja solo en 2,4 puntos según el CIS, y que también le resta votos, hasta el punto de que se encuentra solamente seis décimas por encima de los peores resultados de su historia en unas generales. Entre otros motivos, porque no consigue hacerse con los votos que pierde Podemos, que con una subida de medio punto -a pesar de los malos resultados de su confluencia catalana y de la ambigüedad que manifiesta con respecto al problema territorial- parece haber comenzado la recuperación de su electorado aunque todavía se encuentra dos puntos por debajo de los conseguidos en junio de 2016. No obstante, parece que “la cocina” de los datos directos de la encuesta perjudica a los socialistas, que reciben el mayor voto directo, el mejor voto más simpatía, su líder es el segundo mejor valorado de los nacionales y el PSOE el partido que menos rechazo provoca entre los votantes.

En el ámbito del nacionalismo catalán y pese a todas las peripecias ocurridas, de la DUI a la aplicación del artículo 155 y la huida de Puigdemont y el bloqueo institucional, ERC obtiene la mejor intención de voto desde las elecciones y el PDeCAT mantiene resultados. Datos a tener en cuenta ante una posible repetición de las elecciones catalanas.

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