Opinión

Dos meses de recuerdos del Zamora 8, cargados de emociones

Banderín de la primera compañía del Zamora 8.
photo_camera Banderín de la primera compañía del Zamora 8.

No es muy frecuente que una unidad militar, largo tiempo de guarnición, acabe tan entroncada con la vida y la historia de la urbe

Se ha dicho que el recuerdo es el único paraíso del que no pueden expulsarnos. Cierto. Y cientos de ourensanos van a recordar una parte de sus vidas y poder mostrarla a sus hijos y nietos a lo largo de los meses de abril y mayo en los actos conmemorativos del 80 aniversario de la llegada a Ourense del “Regimiento de Infantería de Línea Zamora 8. El Fiel” que durante cuatro décadas formó parte de nuestra vida cotidiana. Volverán a reencontrarse con las cornetas que les tocaron diana, banderines de las compañías, reproducciones de los estandartes e incluso las armas con las que hicieron la instrucción. Las fotos que ilustran el programa ExpoRZ8, parte del paquete de recuerdos gráficos que iban a ser quemados, tras la disolución del Regimiento, en octubre de 1987 y que fueron salvadas, con las últimas banderas de endrizar, gracias al teniente Hernáiz, ya fallecido, a quien yo conociera en mi tiempo cuando él era el sargento del parque móvil. Y gracias al interés del coronel de Artillería, subdelegado de Defensa de Ourense, Antonio Peñas, desde su toma de posesión, consciente de los vínculos y el cariño de la ciudad al viejo ocupante de San Francisco, se pusieron en marcha una serie de actividades en septiembre del pasado año que, en su primera parte, incluyó nueva jura de bandera de veteranos y de ciudadanos diversos de Ourense y otra serie de eventos, como estaba previsto.

Llegamos ahora a su segunda parte, con un denso e interesante programa a lo largo de abril y mayo. Gracias a la colaboración de la Diputación, estos actos se desarrollarán, además de la explanada de San Francisco en el Centro Marcos Valcárcel, conforme a un denso programa de recreaciones, visitas al viejo cuartel, encuentros de veteranos, coloquios, conferencia sobre los Tercios y el llamado “milagro de Empel”, protagonizado por el Tercio de Bobadilla, origen del Zamora 8, y la presentación de mi libro sobre la huella en Ourense del Zamora 8. Se debe destacar la exposición de objetos y recuerdos del paso del Zamora 8 por Ourense, de altísimo interés histórico y sentimental y que serán mostrados. El calendario de estas conmemoraciones se extenderá desde el 4 de abril al 9 de mayo.

Réplica del estandarte del Zamora 8.
Réplica del estandarte del Zamora 8.

Tanto en la exposición como en el libro aludido aparece gran cantidad de material gráfico, literario y documental. La obra ha sido confeccionada por la Diputación con gran esmero y acabado y se presenta con fotos de enorme calidad, así como otras ilustraciones y grabados. La recuperación de la memoria del Zamora 8 ocupa varias secuencias, desde la historia del Tercio de Bobadilla, fundado en 1580, origen de todo y de que la propia Inmaculada sea patrona de la Infantería. Abundan diversas vivencias de su estancia en Ourense y numerosas anécdotas de esos tiempos, los intentos que se hicieron para evitar su disolución, la triste despedida y los diversos personajes que permanecen en el recuerdo de todos. Punto especial de esa memoria es el dedicado al papel de Regimiento en defensa del liberalismo y su impronta en Galicia en el levantamiento de Solís en 1846.

No es muy frecuente que, al contrario de lo que sucede en la ciudad de Ourense, una unidad militar, largo tiempo de guarnición, acabe tan entroncada con la vida y la historia de la urbe como ocurre con el Regimiento de Infantería “Zamora 8, El Fiel”, que tuvo como cuartel el viejo caserón y convento de San Francisco, hecho que, entre otros efectos, supuso el cuidado y conservación del claustro del siglo XIV del antiguo cenobio franciscano. Durante ese largo periodo, miles de gallegos pasaron por sus filas, como ya ocurriera en las otras plazas de Galicia donde estuvo destinado. Pero en Ourense las relaciones adquirieron un carácter especial, como evidencia el hecho de que se recuerde y añore la presencia de su banda en las fiestas de la ciudad, en la calle y en todo tipo de acontecimientos. Y, sobre todo, que poco antes de su disolución le fuera otorgada la Medalla de Oro de Ourense, como reconocimiento de especial cariño a este viejo tercio, cuyos veteranos, hasta llegaron al Congreso de los Diputados para solicitar que el Zamora 8 no fuera disuelto, como finalmente fue.

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