Opinión

¿Qué fue del bastón del alcalde?

De haber estado en Ourense, hubiera disfrutado, sin duda, con la presencia de la Guardia Real y de la Brigada Aerotransportable en la Parada Militar y el resto del programa que rodeó a este acontecimiento. Incluso sentimentalmente recordaba que hace 48 años tomé parte en actos parecidos en el mismo lugar con el Regimiento de Infantería Zamora 8. Lo cierto es que las redes sociales bullen de comentarios y fotos de personas que participaron y celebraron estos acontecimientos; pero al observar las fotos me han surgido algunas preguntas sobre el alcalde de Ourense y sus atavíos.

Me ha llamado la atención en las fotos que el jefe del Cuarto Militar del Rey, que no deja de ser un edecán de alto rango, lleve bastón. Si tiene este elemento como parte de su autoridad, nada digo (sí ostenta bastón el coronel de la Guardia Real), ¿pero por qué el alcalde no llevaba el suyo? ¿Acaso el bastón del señor vicealmirante le fue cedido por el alcalde? No me lo quiero imaginar. El presidente del Parlamento me dijo que el señor vicealmirante apareció con el bastón, luego hemos de colegir que era suyo.

¿Pero el del alcalde de Ourense? La iconografía histórica ha representado al alcalde de Zalamea ante el mismo Felipe II con su vara o bastón bien ceñida (tras haber ahorcado a un capitán violador). No existe ninguna norma que establezca que quien ostenta bastón haya de cederlo a nadie. Es más, el acto de toma de posesión de un alcalde se perfecciona cuando recibe el bastón. O sea, que es un elemento importante con el que los regidores municipales deben comparecer en los actos públicos, especialmente en los solemnes como el que se acaba de celebrar en Ourense.

Estas lucubraciones protocolarias no son otra cosa que una reflexión de urgencia al hilo de que el protocolo es una ciencia de resultados, no una ciencia exacta, lo que no resta brillantez a los actos del domingo. Pero el protocolo es un lenguaje simbólico que cuando las autoridades civiles son invitadas a un acto militar o de otro tipo solemne no está de más que se subraya su carácter con todos los elementos de su rango.

Lo que de verdad me deja dudas es lo del bastón del alcalde de Ourense. Deseo haberme equivocado.

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