Opinión

Ética y dignidad

El Viejo Milenario coincide con de E.B. White, escritor y ensayista norteamericano autor del epígrafe que aparece en la primera página del libro “Primavera silenciosa” de Rachel Carson. Escribe White: “Soy pesimista porque el género humano es demasiado ingenioso para su propio bien. Nuestra aproximación a la naturaleza consiste en derrotarla hasta la sumisión. Tendríamos una mejor oportunidad de sobrevivir si nos acomodáramos a este planeta y los considerásemos con aprecio en vez de escéptica y dictatorialmente”. El Anciano siente una sensación de soledad que le constriñe el ánimo al percibir que a algunos de sus conciudadanos sus reflexiones semanales les producen desasosiego y crispación cuando estas no coinciden con su pensamiento. Algunos no soportan la discrepancia y critican a los teóricos contrincantes de peligrosos revolucionarios. En el milenio que ha vivido, el anciano ha intentado ser cuando menos respetuoso con la ideología de sus adversarios y exige ser respetado en sus reflexiones, que en ningún caso pretenden hacer proselitismo. Pero ello no le impide luchar por una Naturaleza en sintonía con la humanidad.

El Viejo ha resistido una existencia rica de experiencias; ha ganado mil batallas y ha perdido más de diez mil. Ha sufrido la pérdida de seres muy queridos que perviven en su memoria con la esperanza de que la energía cósmica los una en el Amor eterno. No considera a los contendientes como enemigos y teme la traición del amigo, que tanto daño le causa. Respeta a los que discrepan de él y de sus principios, pero son dignos adversarios. Valora como un don especial la bondad como motor de la solidaridad desinteresada. Rinde culto a los coherentes que no imponen su coherencia a los demás. Admira a los pragmáticos que controlan el pensamiento único que conduce al totalitarismo.

Llegar a ser milenario es privilegio de unos pocos, lo que le permite hacer análisis empíricos con escaso riesgo de errar en el diagnóstico final. No pretende ser como el Oráculo de Delfos, consiguiendo la Promanteia que le da prioridad a sus predicciones obligándolo a la oblación a Tautatis, rechazando hacerlas a Baal y a Moloch, harto satisfechos por el genocidio ofrecido generosamente por la crueldad de Israel. Una vez hechas las rituales oblaciones, el anciano prevé una legislatura conflictiva, corta, violenta y donde la ambición y la confrontación impedirán que el país consiga la unidad que da la fuerza. Un PP desnortado, cada vez más dependiente de un Vox eufórico por el avance de la irracionalidad de los ninots surgidos de unas urnas sedientas de estrafalarios personajes que vampirizan la sangre de los pueblos ansiosos de pan y circo. Un PSOE dominado por una sirena que hechiza con los ósculos de la muerte y embelesa cual serpiente antes del mordisco letal. Una izquierda condenada a fraccionarse hasta que solo resista un Ulises que se envenena con la fruta del árbol del mal. Un nacionalismo insaciable, hambriento de tierras recibe el tributo de su perseverancia, Siberia. Caos, traiciones, violencia y una Armillaria ostoyai que surge del bosque Mahleur y devora a la humanidad.

El Viejo Milenario despierta de la pesadilla y grita “Solo la ética salvará al mundo”. La dignidad no está perdida.

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