Opinión

¿En los albores de la III Guerra Mundial?

Vivimos una amenaza de extensión de la guerra, no declarada, entre Rusia -invasor- y Ucrania. Tras más de dos años de lucha no se ha llegado a ningún acuerdo. Muy cierto que los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y sus nuevos aliados, especialmente Irán (con sus drones) han apoyado esta invasión. En otro frente, sabemos que hace años los iraníes aportaron material bélico a Hamás con el que perpetró el ataque a Israel con muertos a tiros, quemados vivos, violaciones, y secuestros; es un conflicto que Israel dice que no terminará sin haber aniquilado a Hamás.

Un nuevo frente amenaza el mar Rojo; EEUU y Reino Unido lanzan bombardeos masivos de represalia en Yemen contra los hutíes. Es la respuesta militar a la campaña de ataques con drones y misiles en el mar Rojo. Biden amenaza con más bombardeos tras alcanzar objetivos de las milicias. Han lanzado ataques sobre objetivos básicos. Rápidamente los hutíes han reaccionado atacando barcos de EEUU y UK. La milicia yemení, aliada de Irán, Hamás e Hizbulá, también han declarado: “Pronto se darán cuenta de que la agresión directa contra Yemen fue la mayor imprudencia de su historia”. El golpe de EEUU y el Reino Unido a los hutíes extiende la guerra de Gaza a Yemen. El grupo rebelde se enfrenta ahora cara a cara con Washington, al que considera su enemigo real.

En las declaraciones de Putin, después de ser reelegido, dice que no descarta una III Guerra Mundial. No contesta la OTAN, es la UE por medio de Borrell y confirma que se puede producir. Alemania, con otros países occidentales, empiezan a reforzar sus ejércitos con hombres y mujeres. En la primera votación del Consejo de Seguridad de la ONU sobre un alto el fuego en Gaza se opusieron China y Rusia, pero posteriormente la aceptaron.

Estamos expuestos a un conflicto a gran escala en el polvorín de Oriente Próximo. Esta actuación agita el fantasma de un nuevo cortocircuito económico. En plena recuperación, el corte del transporte por el mar Rojo supone retrasos de hasta 21 días en textil, electrónica y coches, y abre la puerta a nuevas subidas de precio. El transporte marítimo se ha encarecido un 300%. Aun así, las grandes potencias saben que no pueden enfrentarse, tienen misiles y antimisiles preparados, se autodestruirían, no creo en una guerra global, pero sí parcial.

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