Precioso nombre. Además le tengo cariño por motivos familiares. Apellido autóctono. No vas nunca al Pazo y el viernes me has confirmado que no te lo perderás. "¿Es un partido bueno de verdad? ¿El mejor de la temporada?", me preguntas.
Me dijiste una vez que la mejor compañía para citas así es una bolsa de pipas. La otra alternativa no es viable. El trabajo manda, lo sabes mejor que nadie. Suena ácido y más aún lo será para los amigos con los que cuentas. Me consta son bastantes, aunque el mucho o el poco en estos temas siempre es opinable. Lo de los dedos de la mano es un ábaco recurrente como unidad de medida.
Me sorprenderá verte allí. Cara nueva para una moda que intenta instalar en lanoche de los viernes un equipo que se ha ganado cada asiento al que se le saca el polvo.
Eres un buen termómetro para calibrar con antes y el después. Lo segundo es fácil. Si repites, el producto es bueno. Lo primero también funciona con precisión. Igual que el amigo de mi amigo que tiene una cafetería tal y cual, en la que la música es culto, el deporte debate y las buenas plumas caras habituales. Ese que iba al Pazo cuando un tal Turner era más famoso que el alcalde y un colega suyo saltaba más que nadie y era la envidia del resto de España por los mates que pegaba. El amigo ese se desvirgó ante el Lleida y lo hizo con una derrota. Me dice que le gustó el equipo y el viernes ya tiene cita reservada para repetir.
Tú eres más exigente. Complicado captarte cuando el deporte solo te genera curiosidad pero distando mucho de la pasión. El baloncesto ni siquiera calibro cuanto te pueda gustar. Lo hará, ya lo verás. Te ayudaré. Me gustará verte allí. Una cara nueva. Otras conocidas pero a las que costaba recordar. Unos empujados, como tú. Otros de motu proprio. Todos bienvenidos.
