Opinión

Están a tiempo

Me decía un amigo y compañero de trabajo (a partes iguales) el lunes por la noche que no había nada que discutir: "Si el árbitro dice que tiene frío ya puede haber 40 grados en el campo que como lo haya puesto en el acta eso va a misa". Sabe lo que dice y las declaraciones con taquígrafo de los responsables arbitrales lo confirman. El problema radica en lo que dicen cuando se apaga la grabadora.
Su discurso es impecable si buscan mantener intacta la honradez del colectivo y proteger a un colegiado que ha pitado en Segunda B hace nada. Quizá por ahí empieza el lío.

El problema es que en el fútbol provincial los tontos no existen y los que aparecen es porque se lo hacen. Al mago se le ha visto el truco desde la mesa más alejada al escenario y el aforo se divide entre los que se ríen por el absurdo del error y los que se enfadan por el descaro con el que lo ha hecho.
Ahora tocan las reuniones a puerta cerrada y las confesiones 'off the record' pero lo cierto es que el colectivo arbitral no sale bien parado por mucho humo que salga ahora para facilitar la salida del artista.
Los que mandan están que trinan y los que pagan también. Unos tienen la posibilidad de hacer algo y ganar crédito pero optarán por imitar al avestruz. ¡Y luego se quejan de las críticas! Los otros también pero se amparan en el miedo a la represalias. Y visto lo visto igual hay que empezar a creerlos.

Te puede interesar