Opinión

Saber utilizar el móvil

Tengo que reconocer que siempre me ha molestado en clase que algunos alumnos se dediquen a utilizar cualquier cosa marginando la asignatura y la explicación del profesor. Si van a clase, los alumnos están llamados a observar una actitud responsable y seria. La utilización del móvil u otros artilugios contribuye a distraer y destruye la seriedad de las aulas.

Observados estos principios, hay excepciones claras. Ya lo he dicho aquí hace añvos. En una conferencia del expresidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra transmitió una idea que en realidad nos hizo pensar a más de uno. Sostenía Ibarra que deben dejarse los móviles en las aulas porque “bien utilizados” son la biblioteca más práctica para poder ser utilizada por los alumnos a través de internet y de la Wikipedia, por ejemplo.

El gran problema es saber utilizar el móvil debidamente y la forma de utilizarlo. Los móviles no son para jugar, sobe todo en las aulas. Al colegio se va para formarse, educarse y aprender cada día un poco más, evitando todo aquello que distraiga de lo fundamental. Y es por ello por lo que los tutores y profesores en general están llamados a formar y orientar a los alumnos en este sentido. Es una actividad más que tienen que llevar a cabo, comenzando por las familias.

Sin duda alguna, los móviles son un obsequio muy apetecido por los jóvenes, y sobre todo en estas fechas. Pero eso es una cosa y otra bien diferente es la manera de utilizarlos.

El problema en este caso son los móviles que, según parece, están levantando polémicas por todas partes, pero de igual modo vendría bien que en estas fechas y a la hora de hacer regalos los que los hacen se piensen utilizar una correcta pedagogía para que los destinatarios, que son jóvenes generalmente, sean conscientes de que deben tener una escala de valores y que no siempre la diversión y los juegos deben sobreponerse a la verdadera formación. Incluso, y esto es grave, los móviles rompen las relaciones entre los mismos compañeros.

En el fondo subyace un gran problema, y es que la propaganda nos absorbe totalmente y nos maneja en todo, incluso en los gustos y deseos, y es así como en estas fechas vamos a tener que dormir en el ascensor porque tenemos nuestras casas llenas de mil y un artilugios que promocionan las cuidadas propagandas que se introducen en nuestros hogares. Y así muchos de los regalos que en estas fechas son inútiles y para nada sirven después de que el destinatario les descubra retirándoles los sugestivos envoltorios.

Es necesario e incluso me atrevo a decir que muy urgente que en todos los hogares con niños exista una verdadera pedagogía, porque vemos cómo se venden juguetes y cosas que para nada sirven más que para menoscabar las economías familiares. Este es el gran problema: saber educar a los jóvenes para que sean capaces de acostumbrarse a utilizar cosas que para algo sirvan más que para una diversión momentánea, que es para lo que en realidad son muchas cosas que, ya sean los Reyes o Papa Noel, depositan en nuestras casas.

Y eso es otro tema, cómo se han ido postergando las figuras que la tradición nos ha dejado, que son los Reyes Magos. Y los sustituimos ¡tremendo error! por una figura venida de otras culturas y que se ha ido introduciendo poco a poco a través de la propaganda. Porque, en realidad, sin darnos cuenta, en estos días la propaganda lo invade todo, el colorido y las luces están en todas partes y la realidad de lo que celebramos se va postergando… Pero de esto hablaremos el próximo jueves.

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