Opinión

¿Vuelta de los extremismos?

Los extremismos existen porque los partidos considerados moderados dejan mucho que desear, debido a la corrupción y el afán de protagonismo. Y, además, los líderes mundiales son incapaces de leer la historia pasada. Así surgieron las dictaduras y ahora los populismos, que dicen son de derechas pero que en realidad son otras dictaduras. Vamos a ver en qué terminan Trump y otros líderes políticos, léase Noriega, Milei o Maduro… como acabaron Hitler, Stalin o Musolini. Comprobamos cómo los ciclos se repiten de cuando en vez. Debiéramos recordar que la historia es cíclica. La historia, como vemos si la leemos con calma y tiento, se repite constantemente.

Estamos observando cómo la manera de ser de las distintas formaciones políticas poco a poco va cambiando de signo, adaptándose a las circunstancias que en cada momento juzgan oportunas para mantenerse en el poder. Es la realidad de la mayoría de los partidos. Sus ideologías, poco o muy poco importan con tal de mantenerse en el sillón. Así, observamos cómo se han convertido en compañeros de viaje muchas formaciones políticas otrora impensables que fuesen en el mismo vehículo. Es la verdad. 

Muchas veces da la impresión de que ideológicamente nada importa a algunos con tal de sumar votos, vengan de donde vinieren. Es imposible, de lo contrario, justificar ciertos pactos y a ciertos compañeros de viaje que algunos han ido sumando a sus filas. Es inexplicable, de lo contrario, ciertas firmas de pactos que en realidad parecen contra natura. Se defienden poco o nada sus ideologías originales y el credo que profesaron antaño en diversas comunidades. Quisiera que viésemos la historia fundacional y la manera de pensar de los primeros miembros de la mayoría de los partidos. Si somos sinceros, vemos cómo incluso poco a poco se han ido expulsando a personas de categoría que fundaron formaciones políticas de cualquier signo. Les cito a dos muy claros: Carrillo y Tierno Galván, refugiado en el Ayuntamiento de Madrid, e incluso a Fraga lo mandaron a Galicia. Esa es la realidad.

Además debemos tener en cuenta los sueldos que tenían aquellos primeros personajes que apenas les llegaban para vivir. Recientemente la televisión portuguesa ofreció un reportaje sobre el sueldo de Salazar, que era mínimo. Un colaborador afirmaba que incluso renunció a una pasta de dientes porque era más cara que el perborato de siempre… Podíamos poner más ejemplos, como el de un célebre político ourensano que todo lo que recibía por su cargo público iba directamente para el asilo de ancianos o para las misiones en África. Se descubrió cuando una vez muerto los receptores se extrañaban de por qué no les llegaba lo de siempre… Eran otros tiempos. 

Estamos en una época bien distinta en la que debemos observar que la inteligencia artificial y tecnológica y la tecnocracia son muy diferentes. Y la democracia actual, nada que ver con la esencia de la misma. Todos los que se presentan a las elecciones y salen elegidos debieran hacer un examen de conciencia serio y observar las razones por las que llegan a la política. Y esto, tanto en formaciones de derechas como de izquierdas hoy en día.

Porque esa es otra. Todos conocemos a personajes que comenzaron a vociferar en las calles con la extrema izquierda y que luego ni se sabe cual es su actual ideología. Baste echar un vistazo a nuestro Parlamento y observar donde se sientan algunos(as) y cual era su ideología antes de entrar en la política. ¿Todo lo han hecho por motivos altruistas o por aumentar sus cuentas bancarias? Francisco de Sales solía decir: “El amor es la perfección del espíritu y la caridad es la perfección del amor”. Pues lo mismo.

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