Opinión

LA SUBSISTENCIA

Me llaman por teléfono a la hora de comer y me bombardean con ofertas y más ofertas de telefonía, suscripciones a revistas y otras cosas que no tenía pensado comprar. Pero en un principio reflexiono y atiendo con amabilidad a la persona que me llama, por el simple hecho de que me dice que tiene que cumplir unos objetivos, de lo contrario puede peligrar su puesto de trabajo. No sé hasta que punto me quiere engañar, pero finalmente accedo a su oferta. Puntualmente me llegan las revistas a las que me suscribo y los regalos que incluyen, pero un buen amigo me avisa de que tenga cuidado con la renovación de la suscripción anual. Efectivamente, pasa un año y recibo una carta en la que se me explica que además de la revista voy a recibir un periódico gratuitamente, durante un mes; si acaso no estoy de acuerdo, tengo que llamar para anularlo todo.


Por fortuna el teléfono que me dan es uno de esos que empieza por 900..., que como todos ustedes saben, es gratuito. Llamo, y me sale una máquina que me dice que espere un momento, que en seguida me atienden. Despues de 16 minutos de espera me habla una señorita, y me pregunta por el motivo de mi llamada. Cuando le pregunto por la continuidad de la suscripción me dice que se incrementa en un 70%. Obviamente le digo que quiero cancelarla, porque me parece abusiva la subida del precio, y sin pensarlo, me interrumpe ofreciéndome el precio anterior y varios nuevos regalos a elegir, libros, dvds, mp4, etc. Me informa de que no debo olvidarme el próximo año de llamarla para proceder de la misma forma, de lo contrario me cobrarían el incremento y me quedaría sin regalo. Francamente, se me quedó la cara con un gesto de tal asombro que todos los que estaban conmigo en el restaurante, no me sacaban ojo. Y ahora me pregunto si es de recibo que estas cosas sucedan, a pesar de que estemos en tiempo de crisis. ¿Es que algunas editoriales tienen que recurrir a estas prácticas para sobrevivir? Mucho me temo que esa no es la realidad, a pesar de lo que se nos viene encima. La vorágine de los mercados está dispuesta a arrasar con todo lo que se ponga en su camino. Imaginémonos lo que puede acontecer en las grandes esferas, ya que dicen que, para muestra, un botón.


Así que ya lo saben ustedes. Si tienen suscripciones pendientes de renovación, tengan la precaución de hacer una llamada gratuita, aunque les suponga una pequeña espera. De lo contrario es posible que les salga algo cara la renovación anual automática y encima se queden sin 'aguinaldo'. Otro día hablaremos de las fichas a 0,60 céntimos, o de los cheques para publicidad de 75 euros. Cada año recibo unos cuantos, que van directamente al cesto de los papeles, aunque casi siempre los rescata mi hija, dice ella que para jugar.

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