El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha hecho una declaración institucional para plantar cara a la condonación de 15.000 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) a Cataluña. En respuesta a su declaración, el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, ha enfatizado que la condonación de deuda a Cataluña se extenderá también al resto de comunidades, incluida Galicia. Además, Blanco ha criticado las afirmaciones de Rueda, calificándolas de desinformación hacia la ciudadanía gallega y ha instado al presidente de la Xunta a abandonar la confrontación constante con el Gobierno.
A su vez, el acuerdo alcanzado entre el BNG y el PSOE para respaldar la investidura de Sánchez se adentra en la compensación propuesta para Galicia, en respuesta a la condonación de deuda a Cataluña. Según el pacto negociado, Galicia podría recibir una compensación similar a la otorgada a las comunidades autónomas adheridas al FLA. Los nacionalistas se han creído que habrá igualdad de trato para Galicia.
El delegado del Gobierno y el PSdeG - PSOE, más que equivocarse, se ponen a rueda del Gobierno, pero al BNG le han metido un gol por la escuadra, sin necesidad de encajarlo. La situación de Galicia en materia de deuda no es análoga a la de Cataluña y, por tanto, carece de fundamento aplicarle el mismo criterio de condonación. Al menos en esto, el PPdeG está mejor asesorado.
Galicia tardó en acogerse a los mecanismos extraordinarios de financiación durante la administración de Feijóo, debido a la mayor solidez de sus finanzas en comparación con otras comunidades. Por tanto, mal se le puede tratar de manera análoga a Cataluña, que echó mano del FLA en esos primeros años, al estar con el agua al cuello.
Pudiera parecer el mundo al revés, pero no lo es. En España se está premiando a comunidades que, como Cataluña, se endeudaron en vez de hacer ajustes. Para entenderlo ni siquiera hace falta entrar en consideraciones sobre si gastaron el dinero en lo que no debían. Otra cosa es que Cataluña, del mismo modo que la Comunidad Valenciana, estén mal financiadas y haya que revisar su situación, pero no por la vía de condonar nada.
Cataluña, en realidad, está mal financiada porque cometió un error de cálculo. La financiación en España, sobre el papel se negocia de manera multilateral, pero en la practica el Gobierno pacta primero con Cataluña y después llama al resto de comunidades. En la última revisión la Generalitat creyó que iba a salirle a cuenta y circunstancias no previstas hicieron que el tiro le saliese por la culata.
Los catalanes tienen razón en pedir compensaciones –también los valencianos– y los socialistas y los nacionalistas gallegos deberían saberlo, sin picar el anzuelo que han picado.
Para el BNG llueve sobre mojado. Históricamente se ha instalado en una monumental ficción, que consiste en pedir un cupo para Galicia, como tienen vascos y navarros. No hay ningún académico que avale técnicamente semejante cosa, ya que sería perjudicial para Galicia. Pero esa boutade del BNG se daba ya por descontada. Lo que nadie se esperaba era que se pusiera ahora a remolque de Cataluña. Fiscalmente, ni Euskadi es como Galicia ni Cataluña es como Galicia. El BNG haría bien en ponerse en manos de académicos de Hacienda y dejarse de ensoñaciones. Esto del dinero no va de ser más o menos nacionalista, sino de ser listos.
@J_L_Gomez
