Opinión

El gas ruso sigue llegando a España en barco

Europa dejó de comprar gas ruso por tubería, pero no gas natural licuado ruso por barcos. Tanto es así que estas importaciones siguen aumentando, sobre todo en España. Yamal LNG es la empresa que lo suministra, contando para ello con la compañía privada rusa Novatek, pero también con la francesa TotalEnergies y la china CNPC, su corporación nacional de petróleo.

A diferencia del petróleo y sus derivados, el gas no soporta sanciones a Rusia por parte de la Unión Europea. Así se explica que Rusia se haya consolidado como el segundo mayor proveedor de gas natural licuado de España, al representar el 18% del total.

Políticamente se intenta vender otra idea, pero la realidad indica que Rusia supera a Nigeria y a EEUU como proveedor de gas de España, a pesar de que los americanos se convirtieron en 2023 en los mayores proveedores de crudo a la cuarta economía de la zona euro.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, admite la incapacidad del Gobierno para imponer sanciones a Rusia, y se aferra a la recomendación a instituciones y actores del sector de no firmar nuevos contratos con proveedores rusos. Una cosa es lo que se dice, y otra la que se hace.

Donde cesó el comercio de gas con Rusia fue en los gasoductos, hasta el punto de reducirse un 80% tras la invasión de Ucrania por parte del ejército de Putin, en febrero de 2022. Esas importaciones cayeron debido a la exigencia de pago en rublos, la suspensión de contratos y el sabotaje de los gasoductos Nord Stream, lo cual afectó a Gazprom, la compañía estatal rusa, que tenía el monopolio de las exportaciones por tubería hacia la UE. Pero no a Novatek, la empresa privada rusa que controla el segmento del gas natural licuado, a pesar de las sanciones.

Desde la UE dicen que Novatek, que ha perdido socios occidentales, no constituye un riesgo geopolítico significativo. Se trataría de un negocio contenido, compatible con el apoyo político, económico y militar a Ucrania. Pero no todo es tan sencillo: lo cierto es que en la UE falta unanimidad entre los Estados miembros para aplicar una política común. El horizonte está en 2027, año en el que Bruselas pretende poner fin a las compras de hidrocarburos rusos.

En principio se da por hecho que no habrá retorno operativo de los gasoductos Nord Stream ni flujos a través de Polonia y Ucrania, país que no renovará el contrato de tránsito con Gazprom después de 2024, pero el gas licuado ofrece más dudas. Al aumento del 29,8% de las importaciones, en comparación con 2022, se suma el crecimiento del 55% registrado en 2022, lo que marca dos años consecutivos de alzas.

Estos fuertes incrementos en las importaciones de gas licuado ruso, extraído íntegramente de la región ártica, no son exclusivos de España, ya que, en la primera mitad del año pasado, las compras europeas de este combustible crecieron casi un 40%, superando significativamente el aumento global de alrededor del 6%, según datos de Global Witness basados en la consultora Kpler.

Hay contratos de gas licuado ruso a largo plazo que obligan a los compradores a pagar independientemente de si reciben el gas o no, lo cual también garantiza, de facto, las ventas de Novatek, ya que eludir los compromisos de compra se traduciría en complicaciones legales, camino de los tribunales internacionales de arbitraje. @J_L_Gomez

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