Está cerca, se aproxima la Nochebuena, la Navidad. Pronto empezará la instalación del alumbrado. Son esas luces que nos anuncian que estamos en fiestas. En estas fiestas de marcado antagonismo. Por un lado, el márketin de los grandes supermercados. Abunda la publicidad para informarnos de los precios de las golosinas tradicionales para endulzarnos el paladar. Por supuesto, en la mesa ocupa un lugar preponderante la gastronomía. En la mesa estarán lo que se inclinan por el cordero, cabrito o tal vez un buen besugo. El marisco y el champán se estrechan la mano y los comensales "pasan" de los huevos fritos.
Aparecen las tarjetas de felicitación navideña. La gente, como un halo misterioso, se muestra cariñosa, agradable, sonriente, con el saludo de rigor: ¡Felices Fiestas! que por algo estamos no Nadal. Pero como ourensano que soy, pienso que no estaría de más una piadosa cuestación en pro de esa admirable y benéfica institución llamada Cáritas.
Los que presumimos de ser ourensanos -de Norte a Sur, de Este a Oeste-, sería una ocasión de mostrar solidaridad para con nuestros paisanos que por avatares, por vicisitudes de la vida, lo están pasando mal. No olvidemos que el período navideño no sólo es gastronomía, sino que en el mundo cristiano es la festividad anual en la que se conmemora el nacimiento de un hombre valiente, universal: ¡Jesucristo!
En el periódico La Región del pasado domingo, día 9, en primera plana, decía: "Cáritas alerta del aumento de jóvenes en el comedor social de Ourense. Son esos jóvenes sin trabajo ni perspectivas de encontrarlo. Y en páginas interiores se ilustra la información con una foto y un nutrido grupo de voluntarios cooperadores de Cáritas en cuya foto podemos ver al señor obispo, Leonardo Lemos, y al delegado de Cáritas, Ángel Feijóo. Son 200 las personas que diariamente son atendidos en el comedor social. Este servicio se llama filantropía, altruismo, solidaridad. Y esto lo dice un servidor jubilado, residente en A Coruña, modesto socio de Cáritas. Mi enhorabuena para todos los colaboradores y permítanme la licencia de anticiparle Felices Fiestas al grupo de mozas que con espíritu laboral atienden las oficinas de Cáritas. Patricia, para las Fiestas, cárgame 10 euriños a mayores de mi cuota mensual. Gracias.
