Opinión

Martínez Pedrayo y el Liceo

He estado leyendo ¡cómo no! La Región del pasado día 26 y por ella me enteré de que José Carlos Martínez-Pedrayo después de ¡36 años! al frente de la entidad deja la presidencia cediendo el testigo al nuevo presidente Javier Casares, hermano del erudito Carlos (q.e.p.d.).

Dicho sea de paso, conservo el grato recuerdo de un largo paseo en su compañía en la feria del libro en A Coruña con cafecito incluido. ¡Qué gusto, cuánta sapiencia!

En la entrevista del diario ourensano nos dice que cuenta con 82 años de edad, pero que piensa seguir asistiendo a la tertulia y a las actividades. En efecto, se trata de un retiro voluntario y no forzoso. A cuento viene recordar la sentencia del historiador inglés James Anthony: "A medida que avanzamos en la vida aprendemos a conocer los límites de nuestras actividades".

El Liceo Recreo Ourensano sigue siendo un punto de encuentro en su hemeroteca, biblioteca, lugar de conferencias. Recordemos a los excelentes oradores que por el Liceo han pasado: Ramón Otero Pedrayo, Carlos Casares, Marcos Valcárcel, Manuel Rivas, premios Planeta, exposiciones pictóricas, presentación de libros en donde la Literatura está presente y ¿por qué no? para echar la partida sin olvidar los conciertos musicales.

Así como Sócrates basaba la enseñanza en la conversación con sus discípulos, José Carlos fue portador de humildad, lejos de cualquier ostentación. Sócrates inmortalizó su sentencia "sólo sé que nada sé". La sencillez y saber llevar el timón del Liceo Recreo Ourensano ha sido la divisa de Martínez Pedrayo. Al preguntarle al expresidente si queda algo en el tintero, respondió que la instalación de una cocina y un restaurante, para lo cual se está haciendo gestiones para nuevas dependencias en el local en donde estaba la farmacia. Teniendo en cuenta que la gastronomía forma parte de ese saco sin fondo llamado cultura, bueno sería que en un futuro próximo se puedan celebrar cenas de Carnaval desafiando el kilo de más con "un bo lacón, cachucha, chourizos e grelos". Quen estas líneas escribe apúntase. Entre los conceptos como recuerdo -homenaje para José Carlos Martínez Pedrayo, no estaría de más que la Coral del Liceo interpretase una obra na que non falten os aturuxos. Non decimos adeus a Xosé Carlos, senón ¡hasta sempre!

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